Eliminar el óxido de una bañera puede parecer complicado, pero con el método adecuado, se puede restaurar su brillo original y alargar su vida útil. Aquí te ofrecemos un enfoque efectivo y consejos para prevenir el regreso del óxido.
Primero, reúne los materiales necesarios: un limpiador específico para óxido, una esponja abrasiva, guantes de goma, un estropajo suave, un paño limpio y un sellador para superficies. Es importante ventilar bien la habitación abriendo ventanas o usando un ventilador.
El proceso comienza con una limpieza exhaustiva de la bañera para eliminar suciedad y residuos. Utiliza un limpiador suave y enjuaga bien para evitar reacciones químicas no deseadas.
Luego, trata las manchas de óxido aplicando el limpiador específico según las instrucciones del fabricante. Deja que el producto actúe el tiempo recomendado para que penetre bien el óxido, y utiliza la esponja abrasiva para frotar con cuidado las áreas afectadas. Es fundamental enjuagar bien con agua tibia.
Si las manchas persisten, repite el proceso. Para áreas más resistentes, prueba aplicando una pasta de bicarbonato de sodio y agua antes de volver a frotar.
Una vez eliminadas las manchas, seca completamente la bañera con un paño limpio para evitar nuevos depósitos de óxido. Después, aplica un sellador adecuado para el material de tu bañera, siguiendo las instrucciones. Este paso no solo previene el óxido, sino que también facilita futuras limpiezas.
Para mantener la bañera en perfectas condiciones, evita dejar objetos metálicos en su superficie y seca la bañera después de cada uso. Con estos cuidados, tu bañera se verá impecable y libre de óxido por más tiempo.