El avance en ciencia cosmética está revolucionando la lucha contra el fotoenvejecimiento, un proceso que afecta la piel tras la exposición solar. Expertos de diversas marcas han destacado que la piel posee una especie de “memoria”, recordando los daños acumulados a lo largo del tiempo. Este concepto, refiriéndose a la «demencia de la piel», sugiere que podríamos desdibujar esos recuerdos perjudiciales de la dermis.
Según Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour, esta «memoria» de la piel se activa tras la sobreexposición solar en la juventud. Esto se puede mitigar mediante productos con ingredientes reparadores. Raquel González, de Byoode, enfatiza la importancia de la renovación cutánea y cómo la reparación del ADN puede reducir daños graves como manchas o incluso cáncer de piel.
Un ingrediente clave en la reparación del ADN es la fotoliasa encapsulada, una enzima que se activa con la luz y mejora los mecanismos de defensa después de la exposición a rayos UV. Esta tecnología está presente en productos como el Advanced Day Ultimate Protect de Medik8, que no solo protege sino también repara.
Marta Agustí, del Advanced Nutrition Programme, señala que hay productos que no solo reparan, sino que también regeneran la piel. Combinarlos podría optimizar resultados. Factores de crecimiento como la espermidina también juegan un papel crucial, mejorando la elasticidad y producción de colágeno.
Aparte, ingredientes como las vitaminas A y C ofrecen propiedades antioxidantes que favorecen la reparación de la piel y promueven su renovación. Los ácidos exfoliantes y péptidos son esenciales en este proceso, facilitando la renovación celular.
Para aquellos que prefieren un enfoque integral, los suplementos dermocosméticos como Skin Ultimate proporcionan protección desde dentro, ayudando a contrarrestar los signos del envejecimiento prematuro.
El mercado cosmético, por tanto, se presenta cada vez más innovador, ofreciendo herramientas prometedoras que podrían transformar el cuidado y la prevención del daño cutáneo. Esta evolución abre nuevas perspectivas en la forma de abordar el envejecimiento de la piel en el futuro.
