El Real Zaragoza enfrenta un incierto inicio de temporada en Segunda División, mostrando signos claros de debilidad en su juego. Durante el último encuentro contra el Albacete, el equipo fue incapaz de convertir sus oportunidades, lo que resultó en un nuevo empate que los mantiene en una zona alarmante de descenso. La falta de precisión en sus jugadas y un juego defensivo inconsistente han desatado preocupaciones en torno al futuro inmediato del club, especialmente para Gabi, quien fue clave en la permanencia del equipo la temporada pasada.
A pesar del pobre rendimiento, la directiva se aferra a su apoyo hacia Gabi, quien al término del partido expresó su frustración señalando al VAR como un culpable de la situación, en lugar de reflexionar sobre las falencias del equipo. La presión sobre el técnico se intensifica y la necesidad de resultados positivos se vuelve crítica. El temor al descenso acecha, llevando al equipo a la urgencia de revertir su dinámica antes de que se convierta en una crisis aún mayor.
Los problemas no se limitan a la falta de coordinación en el juego. Durante el partido, Zaragoza vio como dos de sus goles fueron anulados por el VAR, lo que solo fue un recordatorio de sus limitaciones ofensivas. A pesar de los intentos de Gabi de fortalecer la defensa con la inclusión de Saidu y Akouokou, los resultados no fueron suficientes. El sistema 4-4-2 que se utilizó inicialmente parecía ofrecer un cierto control, pero no fue capaz de sostener la propuesta cuando el cansancio comenzó a afectar a los jugadores.
De cara al futuro, el Real Zaragoza necesita recuperar la confianza y el ritmo si aspira a salir de esta mala racha. Aunque el ambiente es desalentador, hay aspectos positivos como la llegada de Paul Akouokou, quien ha proporcionado una mayor estabilidad en el mediocampo, aunque su rol no cubre la necesidad creativa del equipo. Gabi ha intentado implementar un estilo de juego más directo y rápido, pero las carencias en su ejecución fueron evidentes, especialmente contra un Albacete que supo esperar y aprovechar sus inseguridades.
El próximo desafío en la liga se presenta con el partido contra el Ceuta, donde el Zaragoza buscará una revancha que podría ser crucial para definir el rumbo de su temporada. La presión es alta y cada punto será vital para comenzar a definir un camino más favorable.