En el ajetreo diario, encontrar tiempo para mantener un hogar limpio puede parecer una tarea titánica. Sin embargo, la solución podría estar en una rutina de limpieza exprés, ideal para quienes disponen de poco tiempo pero desean un hogar ordenado.

Esta estrategia se enfoca en las áreas más visibles y frecuentadas, facilitando que cualquiera, con o sin experiencia, pueda conservar un ambiente limpio. La clave radica en la organización y la elección de productos eficaces.

Para comenzar, es esencial armarse con los elementos básicos: un paño de microfibra, un limpiador multiusos, una escoba y un recogedor. Iniciar por la sala de estar o la cocina, las áreas de mayor circulación, garantiza un impacto inmediato.

Dedicar entre 15 y 20 minutos a recorrer estas zonas puede ayudar a eliminar el polvo de superficies como mesas y estanterías. Es crucial mover el paño en la dirección de la veta de la madera para evitar rasguños en los muebles.

Seguidamente, limpiar los electrodomésticos a la vista en la cocina con un paño y limpiador multiusos es suficiente para revitalizarlos. Las encimeras, puntos críticos de grasa y residuos, deben recibir atención especial. Con un poco de dedicación, se transforman en espacios limpios y ordenados.

El baño es otro foco importante. Usar una esponja y un limpiador específico puede obrar maravillas en lavabos e inodoros. Invirtiendo solo diez minutos, se puede hacer una gran diferencia en la percepción de limpieza de la casa.

Finalizar el proceso con una rápida aspiración de los suelos evita la acumulación de suciedad. En zonas de mucho tránsito, pasar la mopa también puede ser una buena idea.

Realizar esta limpieza exprés al menos una vez por semana, o cuando se necesite un repaso rápido, garantiza un hogar acogedor en apenas 30 minutos. Este método, sencillo y eficiente, puede convertirse en un hábito tanto para principiantes como para expertos en el arte de la limpieza.