En un ambiente cargado de expectativas y renovados aires, Laila Jiménez abrió un nuevo capítulo en su carrera el pasado lunes al unirse como copresentadora al elenco de «Todo es mentira», el espacio televisivo que mezcla la actualidad política con toques de humor bajo la dirección de Risto Mejide. Emitido en las tardes de Cuatro, el programa recibe a Jiménez tras veinte años de entregada trayectoria en el periodismo de informativos, destacando su reciente estancia de cinco años en «Informativos Telecinco». Este cambio de rol se da tras la salida de Marta Flich, generando gran anticipación entre la audiencia acerca de cómo se integrará esta nueva dinámica al show.
Desde el momento de su incorporación, las palabras de Risto Mejide hacia Laila Jiménez no fueron solo de bienvenida, sino también de admiración. Mejide, expresando un largo interés por contar con Laila en el equipo, destacó la forma en que su trabajo periodístico había captado su atención y el alto nivel de profesionalismo que ella aportaría al programa. La bienvenida no podría haber sido más cálida, con Jiménez agradeciendo el gesto y compartiendo el entusiasmo y el reto que representa esta nueva aventura.
El primer día de Jiménez en «Todo es mentira» estuvo marcado por momentos de humor y cercanía. Colaboradores como Miguel Ángel Martín y Pere Aznar hicieron de su bienvenida un momento memorable, entre bromas y consejos para adaptarse a su nuevo entorno televisivo. Aunque el primer día transcurrió entre risas y adaptaciones, Laila se mostró dispuesta a sumergirse de lleno en esta nueva experiencia, dejando atrás el formato de noticias para abrazar el análisis de actualidad con un toque diferente.
Durante el programa, se vio a Jiménez navegando con soltura entre los temas, aportando su capacidad de contextualización y facilitando la transición entre los segmentos del show. Aunque es evidente que aún está encontrando su lugar al lado de Mejide, su aporte ya se vislumbra como un valioso recurso para enriquecer el contenido del espacio.
Este nuevo capítulo en la carrera de Laila Jiménez en «Todo es mentira» no solo promete ser una evolución personal y profesional para ella, sino también añadir una dimensión adicional al programa. Con una audiencia ya ansiosa por ver cómo se desempeñará y cuál será el impacto de su presencia, Jiménez se enfrenta a este desafío con el optimismo y la determinación que caracterizan a quienes están dispuestos a arriesgar en busca del éxito. La química entre Risto y Laila se perfila como un componente crucial en esta nueva etapa, marcando un momento esperanzador para todos los involucrados y el público fiel del programa.