Después de una trayectoria impresionante de casi treinta años llegando a los hogares de toda España a través de «Saber y ganar», Jordi Hurtado se ha consolidado como un icono indiscutible del panorama televisivo nacional. Este miércoles, su prolífica carrera ha sido coronada con el Premio Nacional de Televisión 2025, un honor concedido por el Ministerio de Cultura que muchos consideraban una recompensa largamente merecida. El jurado ha alabado su compromiso continuo con la cultura y educación a través de la pequeña pantalla, resaltando su «trayectoria coherente, respetuosa y comprometida con la función social de la televisión», un legado que ha cobrado nuevo vigor gracias al creciente interés por el programa que conduce desde 1997 en La 2.
La decisión del jurado de otorgarle el premio por unanimidad refleja el profundo impacto de Hurtado en la industria a lo largo de más de cuatro décadas. No solo ha hecho contribuciones valiosas en la divulgación cultural, sino que también ha logrado establecer un vínculo duradero con audiencias de todas las edades. En una era dominada por la rapidez y la fragmentación de los medios, Hurtado ha mantenido su relevancia adhiriéndose a principios de rigor, amabilidad, inteligencia y modestia.
El estilo distintivo de Hurtado, marcado por su cercanía y empatía, ha recibido elogios específicos. Se ha convertido en un punto de referencia importante en un entorno televisivo a menudo saturado de efímeros y ruidosos. Ha demostrado consistentemente que la educación y el entretenimiento pueden coexistir, presentando programas que son fieles tanto a la calidad como al respeto por su audiencia.
Adaptándose a los cambios significativos en el medio televisivo a lo largo de décadas, Hurtado ha mantenido su presencia desde su primera aparición en 1985. «Saber y ganar», el programa más longevo de la televisión española, ha servido como el escenario perfecto para demostrar su habilidad para dirigir con precisión y calidez. Este último reconocimiento simboliza un homenaje a su esfuerzo incansable por enriquecer la televisión pública.
Apreciado hasta el punto de ser considerado casi «inmortal» en el ámbito audiovisual, Hurtado ha creado un espacio donde la cultura es accesible y se imparte con respeto. Frente a la rápida evolución de formatos y la creciente dificultad para mantener audiencias fidelizadas, su enfoque ha demostrado ser no solo viable sino floreciente.
El premio otorgado por el Ministerio de Cultura no solo celebra la impresionante carrera de Hurtado, sino que también destaca una filosofía televisiva alternativa y profundamente humana. Jordi Hurtado ha portado esta bandera durante cuatro décadas, mostrando que el entretenimiento televisivo puede ser comprometido, educativo y genuinamente humano. En la actualidad, su figura se erige como un bastión y un recordatorio viviente de que hay maneras más enriquecedoras y conectivas de concebir el entretenimiento, donde la educación y el respeto mutuo brillan con luz propia.