El cine español se encuentra en una fase de revitalización en 2023, con un notable crecimiento que ha atraído a 600.000 nuevos espectadores en comparación con el año anterior. Este aumento se produce en un contexto de actividades promocionales como la inminente Fiesta del Cine, un evento que promete entradas a precios asequibles para incentivar la asistencia a las salas a lo largo del país. Aunque las fechas exactas del evento aún no han sido anunciadas, se prevé que se realice en los próximos meses.
A pesar de estos signos de optimismo en la industria cinematográfica, el Cine Rex de Murcia representa un caso alarmante de vulnerabilidad en el patrimonio cultural. Cerrado desde 2019, este histórico cine ha sido incluido en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, una categorización que señala el riesgo de desaparición de estructuras de valor cultural.
Los problemas del Cine Rex han aumentado con la aprobación de un proyecto que busca transformar su uso en un establecimiento comercial, tras una modificación del Plan Especial del Conjunto Histórico de Murcia. La decisión, respaldada por el Ayuntamiento de Murcia, ha generado una ola de oposición entre grupos ciudadanos como Huermur y la Plataforma Cine Rex Vivo, quienes defienden la importancia de conservar este emblemático espacio que ha sido parte de la historia de la ciudad durante más de un siglo.
Inaugurado en 1914 con el nombre de Teatro Ortiz y renovado en 1946 por el arquitecto Guillermo Martínez, el Cine Rex fue en su momento uno de los cines más modernos de España. Su legado y el valor que representa para la comunidad local están en peligro, mientras el debate sobre su futuro sigue dividiendo opiniones y generando movilizaciones en defensa de la cultura y la memoria histórica. La situación del Cine Rex resalta la necesidad de buscar un equilibrio entre el desarrollo urbano y la conservación del patrimonio cultural, al tiempo que el cine español se esfuerza por reafirmar su presencia y relevancia en la sociedad actual.