En el diseño de interiores, existen errores comunes que pueden afectar tanto la estética como la funcionalidad de un hogar. Es esencial, según la interiorista Sandra Marcos, llevar a cabo una planificación adecuada para evitar estas trampas.
Uno de los errores más frecuentes es la elección de muebles desproporcionados. Por ejemplo, un sofá demasiado grande puede resultar incómodo en un espacio pequeño, mientras que una mesa pequeña en una sala amplia puede parecer fuera de lugar. La proporción es fundamental para lograr un ambiente armonioso.
La iluminación también juega un papel crucial. Depender de una única fuente de luz puede hacer que un espacio se sienta frío. Incorporar diversas capas de iluminación permite crear una atmósfera más cálida y acogedora, y se sugiere el uso de lámparas de pie y apliques.
Otro aspecto a considerar es la distribución de los muebles. Colocarlos pegados a las paredes puede generar un ambiente monótono. Reubicar los muebles hacia el interior del espacio contribuye a definir áreas y le da dinamismo al entorno.
La falta de almacenamiento adecuado a menudo lleva al desorden. Marcos recomienda integrar soluciones como armarios empotrados y muebles multifuncionales que mantengan el orden sin sacrificar el estilo.
El exceso de elementos decorativos es también un error común. Es preferible optar por piezas seleccionadas que aporten personalidad al espacio, evitando así una sobrecarga visual que pueda abrumar.
La correcta instalación de cortinas es otro aspecto importante. Ubicarlas cerca del techo y hasta el suelo genera una sensación de amplitud, haciendo que las habitaciones parezcan más grandes.
El miedo al color puede resultar en espacios impersonales, por lo que Marcos sugiere incorporar acentos de color que aporten vitalidad y carácter al hogar. Asimismo, la ubicación de obras de arte debe ser cuidadosa, asegurando que estén a la vista y en armonía con el entorno.
No contemplar el uso real del espacio es un fallo conceptual significativo. Un diseño debe adaptarse a las necesidades diarias para ser verdaderamente funcional.
La elección de materiales duraderos es otra prioridad, especialmente en áreas que están más expuestas al desgaste. Invertir en acabados de buena calidad asegura la longevidad del diseño.
A menudo, se evita el uso de alfombras por miedo a recargar el espacio. Sin embargo, estas pueden definir áreas y mejorar la acústica si se escogen adecuadamente.
El temor a mezclar estilos puede limitar la creatividad. Combinar influencias diversas puede enriquecer un ambiente, siempre que se busque un equilibrio.
Finalmente, es crucial no dejarse llevar por modas pasajeras, ya que el diseño debe reflejar la identidad de quienes lo habitan, trascendiendo las tendencias temporales. Con estos consejos, se reafirma la importancia de un enfoque integral en la decoración que considere tanto la estética como la funcionalidad, asegurando que cada decisión esté fundamentada en la autenticidad de sus habitantes.