Con motivo del Día Mundial de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica, los especialistas Rubén Álvarez y Fernando Torre Mollinedo, expertos en tratamiento del dolor, han destacado la estimulación magnética transcraneal como una técnica terapéutica prometedora para pacientes con dolor crónico resistente. Utilizada en los centros Quirónsalud Bizkaia y Vitoria, esta técnica es parte de un enfoque multidisciplinario destinado a las complejas necesidades de estas patologías.
La estimulación magnética transcraneal es un método no invasivo que aplica pulsos magnéticos en áreas específicas del cerebro para modular la actividad neuronal y fomentar la plasticidad cerebral. Según Álvarez, esta técnica crea nuevas vías sensoriales que evitan la activación de las áreas cerebrales vinculadas al dolor crónico, ofreciendo una nueva perspectiva terapéutica para quienes no han respondido a otras intervenciones.
El tratamiento estándar se compone de 20 sesiones de 20 minutos, individualmente adaptadas. Torre Mollinedo indica que, en casos de fibromialgia o fatiga crónica, esta estimulación puede reducir la intensidad del dolor y mejorar la calidad de vida.
En las dos últimas décadas, la estimulación transcraneal no invasiva ha cobrado relevancia como parte integral del tratamiento de estas patologías y ha sido utilizada en otros contextos neurológicos, como en casos de epilepsia o tinnitus. Según datos, entre el 2% y 4% de la población vasca sufre estas condiciones, más comunes en mujeres. Aunque comparten la fatiga como síntoma principal, la fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado, mientras que el síndrome de fatiga crónica presenta un cansancio persistente con dolores musculares y problemas de concentración.
El diagnóstico de estas afecciones es complicado, ya que no existe una prueba específica para confirmarlas. Los pacientes a menudo enfrentan procesos largos para obtener un diagnóstico correcto, viviendo en ocasiones situaciones de incomprensión social y médica. Incluso el contacto con una sábana puede resultar doloroso para ellos, impactando su autonomía y bienestar.
En las unidades del dolor se lleva a cabo una historia clínica exhaustiva, descartando otras enfermedades con síntomas similares y desarrollando una estrategia terapéutica personalizada. Estas incluyen desde medicamentos neuromoduladores y analgésicos, hasta educación terapéutica, ejercicio adaptado y técnicas de relajación. En algunos casos, se recurre a tratamientos endovenosos, como lidocaína o magnesio, que son efectivos frente a la hipersensibilidad al roce.