El emblemático reloj de la Real Casa de Correos, situado en el corazón de la Puerta del Sol, ha recuperado su capacidad para marcar las horas con precisión tras una significativa restauración. Esta intervención, realizada por un equipo de expertos en relojería, se llevó a cabo después de casi tres décadas sin mantenimiento mayor y concluyó el pasado 12 de abril, cuando el reloj volvió a resonar con sus icónicas campanadas.
La Comunidad de Madrid había confirmado que el reloj, que datan del siglo XIX, había dejado de funcionar temporalmente. Durante este tiempo, los profesionales desmontaron completamente su mecanismo para realizar una limpieza exhaustiva y ajustes necesarios para asegurar su correcto funcionamiento. Jesús López Terradas, uno de los especialistas que participó en el proceso, destacó que la máquina había mostrado signos de desgaste y era fundamental llevar a cabo este tipo de intervenciones para evitar daños permanentes.
El regreso a la normalidad de este reloj no sólo trae consigo la alegría de los madrileños, sino que también representa la recuperación de un símbolo que ha marcado el paso del tiempo en la ciudad. Su reactivación coincide con la finalización de otras mejoras en la sede del Gobierno regional, proporcionando un nuevo aliciente en un día en el que Madrid se alista para diversas manifestaciones que afectarán la circulación en su centro.
A medida que la ciudad se adapta a estos cambios y a la llegada del nuevo ciclo escolar, el retorno del reloj se destaca como un momento significativo en la vida madrileña. Se trata de un recordatorio de la importancia de cuidar el patrimonio histórico, un patrimonio que, como este reloj, forma parte del paisaje urbano y de la memoria colectiva de la capital.