Ana Rosa Quintana ha vuelto a capturar la atención de la audiencia matinal de Telecinco, marcando su retorno a un escenario donde previamente ya había brillado. Esta transición se produce después de un periodo de dos años en el que la prestigiosa presentadora contribuyó al espacio de las tardes, enfrentándose a desafíos en términos de audiencia y programación que ahora busca superar retomando su posición en las mañanas.

Telecinco ha revertido su estrategia, ubicando nuevamente a Quintana en el horario matutino donde anteriormente dominaba con «El programa de Ana Rosa», una decisión estratégica tras la cancelación de otros formatos que no cumplieron con las expectativas de la cadena en la franja vespertina. La vuelta de Ana Rosa no es solo un cambio de horario sino también una jugada importante para recuperar los números anteriores; desde su partida, la franja horaria de la mañana en Telecinco vio una caída significativa en su audiencia, perdiendo más de 160,000 espectadores.

Este regreso ha generado una larga expectativa y especulación, especialmente en lo que refiere al salario de la presentadora, que es considerado uno de los más altos en el ámbito de la televisión española. Sin embargo, más allá de las cifras, lo que esta estrategia pone de manifiesto es la confianza depositada en Quintana para revitalizar la audiencia matinal de la cadena, reposicionándola una vez más como una figura clave en el espacio televisivo español. Su habilidad para atraer y mantener una audiencia leal es lo que, a fin de cuentas, le ha granjeado un lugar destacado dentro de Mediaset y en el corazón de los televidentes.