El papa Francisco, de 88 años, ha experimentado un notable deterioro en su salud en las últimas horas, lo que ha llevado al equipo médico del hospital Gemelli a implementar cuidados intensivos ante su estado crítico. El Vaticano ha confirmado que el pontífice presenta un cuadro clínico grave, caracterizado por una crisis respiratoria severa que ha requerido el uso de oxígeno de alto flujo. Además, se ha detectado una anemia severa y trombocitopenia en sus análisis de sangre, lo que ha necessitado varias transfusiones sanguíneas.
A pesar de la seriedad de su situación, se ha informado que el Papa se mantiene consciente y lúcido, aunque su estado es frágil y los médicos continúan vigilando cualquier posible complicación adicional. El doctor Sergio Alfieri, a cargo de su atención médica, ha señalado que aunque no hay un riesgo inminente de muerte, la salud del papa Francisco es delicada y necesita una observación continua.
El preocupante estado de salud del Pontífice ha desatado una ola de apoyo a nivel mundial. Afuera del hospital, decenas de fieles se han congregado para rezar por su recuperación, formando un altar improvisado en torno a la estatua de Juan Pablo II, encendiendo velas y rezando el rosario. Esta iniciativa, impulsada por estudiantes de Universidades Pontificias, ha ganado popularidad en las redes sociales, donde se han compartido mensajes de aliento en varios idiomas, incluyendo italiano, español, inglés, francés y portugués.
Desde el Vaticano, la Curia Romana está supervisando de cerca la situación del Papa, manteniendo reuniones constantes para coordinar respuestas en caso de deterioro. Obispos y cardenales han instado a los fieles a unirse en oración por la salud del pontífice.
El Papa fue ingresado hace una semana tras ser diagnosticado con bronquitis infecciosa, pero su condición se ha complicando progresivamente por una neumonía bilateral. De acuerdo con el último informe médico, su recuperación tomará más tiempo de lo inicialmente previsto, lo que significa que permanecerá hospitalizado al menos hasta la próxima semana, momento en el que se evaluará su regreso a la residencia de Santa Marta.
En un acto de prudencia, el Vaticano ha decidido cancelar su aparición pública en el evento del Ángelus que se lleva a cabo los domingos, optando por difundir su mensaje de manera escrita. La Santa Sede se mantiene en una postura de máxima cautela, sin descartar nuevos informes médicos en las horas venideras para informar sobre la evolución del estado de salud del Papa.
