Netflix ha desencadenado una tormenta de opiniones con su nueva docuserie de true crime, «El caso Gabby Petito: Un viaje sin retorno», basada en el asesinato de la joven influencer Gabby Petito por parte de su prometido en 2021. La producción ha generado controversia por su uso pionero pero divisivo de la Inteligencia Artificial para recrear la voz de Petito, incluso contando con el beneplácito de la familia de esta. Este enfoque ha dividido a los espectadores, con algunos criticando la maniobra como irrespetuosa y otros aplaudiendo su capacidad para intimar más con la narrativa.
La historia de Gabby Petito capturó la atención internacional en agosto de 2021, marcada por el trágico desenlace de su aventura documentada en redes sociales con su prometido Brian Laundrie. La investigación de su desaparición concluyó con el descubrimiento de su cuerpo, seguido dos meses después por el hallazgo del cuerpo de Laundrie, en un caso cerrado aparentemente como un suicidio.
La decisión de Netflix de emplear IA para dar vida a los mensajes de texto y entradas de diario de Petito ha encendido un debate acalorado. Nichole Schmidt, la madre de Gabby, expresó su disgusto por la recreación de la voz de su hija, calificándola de «extraña» y emocionalmente perturbadora. En contraste, el productor ejecutivo Michael Gasparro defendió la técnica, buscando ofrecer la historia desde una perspectiva más personal de Gabby, utilizando sus propias palabras.
Sin embargo, la recreación de la voz de una persona fallecida sin su consentimiento directo plantea graves preocupaciones éticas y morales, reflejadas en la amplia división de opiniones en plataformas sociales como X (antes Twitter). La audiencia ha cuestionado la privacidad de la víctima frente a esta tecnología invasiva.
La serie marca un momento definitorio en la relación entre tecnología y narrativa, resaltando tanto las capacidades como los límites de la inteligencia artificial en el tratamiento de historias reales, especialmente aquellas de naturaleza delicada como el true crime. La recepción variada demuestra que, a pesar de la tendencia hacia una incorporación más amplia de la tecnología en la vida cotidiana, persisten importantes reservas sobre su aplicación en contextos sensibles. La polémica rodeando «El caso Gabby Petito» establece un hito en la discusión sobre los principios éticos, los confines del entretenimiento y el respeto necesario hacia las narrativas de las víctimas.