En una reciente operación coordinada por la Policía Nacional, se ha desmantelado una sofisticada red de narcotráfico que operaba desde la localidad malagueña de Benalmádena y extendía sus actividades delictivas hasta Alemania. La organización, compuesta mayoritariamente por jóvenes en sus veinte años con antecedentes por delitos menores, había creado un innovador sistema de distribución de drogas conocido como «teledroga», utilizando plataformas de mensajería como Telegram e Instagram para facilitar sus transacciones ilegales.
Los miembros de esta banda se caracterizaban por su ambición desmedida y una ostentosa exhibición de riqueza en las redes sociales; su imprudente comportamiento incluyó publicaciones de fotografías con fajos de billetes y la exhibición de coches de alta gama, como un Lamborghini Urus. Este estilo de vida provocó la creciente atención de las fuerzas de seguridad, que observaron con preocupación su tendencia a derrochar en fiestas lujosas en discotecas de Marbella, lo que les valió la irónica descripción de «patrocitos del mal».
La investigación, que se ha desarrollado durante aproximadamente un año, descubrió la existencia de múltiples zulos utilizados por la banda para el cultivo de marihuana, revelando así un intento de controlar toda la cadena de suministro de su negocio ilícito. Este grupo no solo se encargaba de la distribución interna, sino que había establecido una red de canales de distribución que abarcaba varios países europeos, incluyendo Alemania, Francia, Polonia, los Países Bajos, el Reino Unido y Bélgica.
Durante la operación, se detuvieron a 13 personas, de las cuales dos fueron arrestadas en Alemania y el resto en Arroyo de la Miel, en Benalmádena. Además del tráfico de drogas, los detenidos enfrentan cargos por pertenencia a organización criminal. Las autoridades lograron incautar más de 130 kilos de marihuana y hachís, así como armamento, que incluía dos escopetas y una pistola Glock, supuestamente destinada a la protección de las plantaciones. Como resultado de estas detenciones, seis de los involucrados en la segunda fase de la operación han sido enviados a prisión preventiva.
Este caso pone de manifiesto la complejidad y el alcance internacional de las redes de narcotráfico que utilizan nuevas tecnologías y plataformas digitales para llevar a cabo sus operaciones. Asimismo, destaca la relevancia del ciberpatrullaje y la cooperación internacional en la lucha contra este tipo de delitos, que evolucionan constantemente a la par de los avances tecnológicos.
