En el transcurso de una reciente aparición en el afamado programa de Telecinco, «Fiesta», el pasado sábado 18 de enero, Agatha Ruiz de la Prada, una de las figuras más emblemáticas del diseño en España, se convirtió en el centro de una controversia que ha capturado la atención de redes sociales y medios de comunicación por igual. La diseñadora se presentó en el programa con el fin de promocionar su libro «Todo por un plan», aprovechando la ocasión para compartir aspectos de su vida personal y su trayectoria profesional. Sin embargo, un comentario referente a las condiciones de su hogar después de una mudanza encendió el polvorín de críticas.
Al explicar cómo se estaba adaptando a su nueva vivienda, todavía sin acondicionar completamente, Ruiz de la Prada utilizó una expresión que pronto se tornaría controversial: «Estoy viviendo como una gitana, porque no tengo de nada, ni cocina ni luces ni lavabo ni sofás…». La inmediata reacción tanto de la presentadora Emma García como de la audiencia presagiaba el inicio de un amplio debate.
La comunidad en redes sociales no tardó en responder, y numerosas personalidades del ámbito público, entre ellas Pitingo, Miguel Poveda, Falete, Bárbara Rey y Lolita, manifestaron su indignación y desaprobación frente al comentario, considerándolo despectivo y racista hacia la comunidad gitana. Lolita, mediante un mensaje en Instagram, expresó su rechazo con firmeza: «Te has pasado 100 pueblos. Basta de racismo. […] No me gustan esos comentarios ni que una presentadora como Emma García lo deje pasar».
Ante la repercusión de sus palabras, tanto Agatha Ruiz de la Prada como Emma García sintieron la necesidad de ofrecer disculpas públicas. García lamentó su falta de intervención en el momento preciso, atribuyéndolo a distracciones por parte del equipo de producción. Por otro lado, Ruiz de la Prada se disculpó alegando que su comentario fue una «frase hecha y absurda», destacando su respeto y admiración por el pueblo gitano.
Este incidente ha suscitado una reflexión profunda sobre el respeto y la sensibilidad cultural, tanto en los medios de comunicación como en la sociedad. Mientras que las disculpas han sido recibidas, el evento subraya la importancia de mantener un discurso respetuoso y consciente, evitando generalizaciones o estereotipos que puedan resultar ofensivos. La controversia desatada por las declaraciones de Agatha Ruiz de la Prada en «Fiesta» sirve como un llamado a la reflexión sobre el poder de las palabras y su impacto en el tejido social.