Telecinco ha sorprendido al panorama televisivo español con el regreso de «Caiga quien caiga» (CQC), un programa que dejó una marca indeleble en la sátira y la crítica política hace casi dos décadas. Después de 17 años en pausa, la vuelta de este formato no ha pasado inadvertida, dividiendo la opinión pública y demostrando que la cadena se juega mucho con esta movida.
En su nueva encarnación, «CQC» se presenta con un cambio de imagen, integrando por primera vez a mujeres entre sus característicos «hombres de negro». Este ajuste busca reflejar una evolución en línea con los tiempos actuales, preservando su esencia irreverente e incisiva. No obstante, desde su debut, el programa se ha visto inmerso en el ojo del huracán, recibiendo críticas por una supuesta falta de neutralidad política. Fragmentos que toman partido o se mofan de temas sensibles como la «extrema derecha» y el rey han provocado el descontento de parte de la audiencia, evidenciado en expresiones de rechazo en redes sociales y acusaciones de favorecer una orientación política sobre otra.
Sin embargo, hay un sector del público que valora el esfuerzo de «CQC» por mantener su compromiso con la crítica mordaz y celebra la incorporación de nuevos talentos que refrescan el formato. Destacan el trabajo de Lorena Castell y Carles Tamayo, cuya participación se ha señalado como ejemplar en este nuevo ciclo. Este contraste de percepciones refleja la dualidad de expectativas hacia el programa: mientras algunos extrañan la atmósfera original que elevó a «CQC» a su estatus de culto, otros aprueban su adaptación a un contexto mediático que ha evolucionado considerablemente.
Lo cierto es que, pese a las voces críticas y los elogios, el regreso de «CQC» a Telecinco ha conseguido colocarse en el centro del diálogo público, subrayando su lugar en la conversación cultural y mediática del país. Queda por ver si esta nueva fase logrará afianzarse y satisfacer a una audiencia que, aunque en gran parte nostálgica, es también más variada y crítica que nunca en sus expectativas políticas y sociales. Lo que es indudable es que «CQC» ha vuelto a encender los reflectores sobre Telecinco, prometiendo ser un agente de conversación y debate indispensable en el espectro televisivo español.