En una reciente ceremonia llena de expectación y talento emergente, inaugurada por las figuras prominentes del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), Cristóbal Ramos, un joven promesa de la arquitectura originario de Ciudad Real, se alzó con el tercer premio en los prestigiosos galardones a los mejores Trabajos Fin de Carrera, Final de Máster y Tesis Doctoral (COAM 2024), reconocidos por su contribución y excelencia en la disciplina arquitectónica.
La facultad de arquitectura de la Universidad de Castilla-La Mancha, de donde Ramos es licenciado, fue el escenario donde desarrolló su novedoso proyecto «Compluvium», un concepto de edificación moderna situado en el histórico Londres victoriano, concretamente en el número 25 de St James Street. Este trabajo no solo capturó la atención del jurado por su audacia y enfoque optimista sino que también se llevó el tercer lugar ex aequo con otro proyecto en el evento anual.
Al recibir el premio de manos del decano del COAM, Sigfrido Herráez, y de la presencia de Elena Guijarro, decana del COACM, Ramos expresó la profunda significación que este reconocimiento tenía para él tanto personal como profesionalmente. Describió este logro como un reflejo de su esfuerzo y dedicación durante su etapa como estudiante y un hito esencial en su carrera.
El «Compluvium» es más que un edificio de viviendas: es una microciudad vertical que combina áreas de oficina, entretenimiento y descanso en un diseño integrador y altamente funcional que refleja la estética victoriana, conocida por su detallada ornamentación y uso predominante del ladrillo y la cerámica con mezclas coloridas en las fachadas. El proyecto utiliza un sistema de caminos interiores que permite un flujo libre y dinámico entre las diferentes áreas, creando un ambiente equilibrado entre espacios privados y colectivos.
El diseño innovador no solo se mantiene respetuoso con la tradición al incorporar el Boodle Club en su vestíbulo, sino que también se integra perfectamente en su entorno gracias a una serie de petos de hormigón que definen su fachada exterior, adaptándose a las dimensiones de la parcela en una forma geométrica, culminando en una cubierta plana que sirve de espacio transitable.
«Compluvium se sumerge en la dualidad entre lo nuevo y lo tradicional, inyectando vida en el tejido arquitectónico de una de las ciudades más emblemáticas del mundo», comentó Ramos sobre su obra. Con visión de futuro, el arquitecto aspira a que su diseño se integre de manera orgánica con la vida urbana de Londres, reflejando un paisaje cultural en constante evolución.
Para Ramos, este premio no solo representa un reconocimiento a su individualidad y esfuerzo creativo, sino también actúa como una fuente de motivación para continuar desafiando los límites de su trabajo y aspirar a un desarrollo aún más significativo en su profesión. En última instancia, considera que iniciativas como la de COAM no solo promueven la visibilidad de la buena arquitectura, sino que también fomentan un diálogo constructivo sobre el papel y la importancia de la arquitectura en el progreso y bienestar de la sociedad.