En un ambiente marcado por la expectativa y la emoción, la segunda gala del concurso culinario de Telecinco, «Next Level Chef», cumplió con las promesas de una noche inolvidable el pasado miércoles 15 de enero. La competición alcanzó nuevas alturas con una prueba que desafió la pericia de los participantes: cocinar tres piezas de solomillo ajustándose a los tres puntos de cocción básicos -poco hecho, al punto y muy hecho-. Este reto no solo examinó las habilidades de los chefs en formación sino que también se perfiló como un momento determinante en el desarrollo de la competencia.

El premio para el ganador de esta importante prueba consistía en el poder de asignar a cada equipo su respectivo espacio de cocina para la siguiente fase del programa, desde el lujoso ático, pasando por una cocina estándar en el primer piso, hasta el desafiante sótano con equipamiento culinario limitado. Tal ventaja prometía tener un impacto crucial en el desempeño de los distintos equipos durante la competencia.

Una de las figuras más destacadas de la noche fue Roro, una influencer parte del equipo de creadores de contenido, quien ya había causado impresión durante la primera gala. Teniendo plena confianza en su capacidad para superar el desafío propuesto, Roro declaró antes de la prueba, “Llevo haciendo desde pequeña los puntos de la carne. Estoy segura de que voy a sacarlo, otra gente creo que va a tener más problemas”. Sus palabras no fueron en vano, ya que su presentación no solo fue seleccionada como la mejor de su piso, sino que además fue reconocida como una de las mejores de la noche, posicionándose al mismo nivel que las de Alberto, otro influencer, y Noelia, una concursante amateur.

Este notable desempeño no solo celebró el éxito individual de Roro sino que también subrayó la creciente rivalidad entre influencers y chefs profesionales, una competencia que Rakel Cernicharo, la mentora de los creadores de contenido, acogió con gran entusiasmo. La victoria de Roro en la prueba fortaleció su estatus en el programa, y tras el anuncio de los resultados, afirmó con alegría, “Muy bien, yo ya lo sabía”, aunque su victoria también llevó un mensaje a sus competidores: “Aquí la gente me infravalora… Ganar esta prueba significa que el resto se va a enterar de que yo no soy una creadora de contenido sin más. Yo soy Roro y yo aquí sé cocinar”.

La gala dejó varios aprendizajes, destacando que el verdadero talento culinario puede emerger de los más variados rincones y confirmando la idea del chef Francis Paniego de que “No hay que dar nada por hecho. Nosotros siempre hemos apostado porque el talento no entiende de currículums”. Esta filosofía resalta el espíritu de «Next Level Chef», en donde la pasión y la habilidad en la cocina sirven como los verdaderos niveladores entre amateurs, influencers y chefs profesionales, construyendo así un sorprendente paisaje de competencia y descubrimiento.