En el último episodio del aclamado programa de televisión «Pasapalabra», Rosa Rodríguez, una de las concursantes más destacadas y directa competidora de Manu Pascual, capturó la atención del público con una revelación personal que tocó el corazón de muchos. La profesora de inglés y lengua, quien habría sido identificada hasta ese momento como oriunda de A Coruña, compartió una historia personal que sorprendió a todos los presentes, incluyendo al presentador Roberto Leal.
Rosa, en un momento lleno de emoción, habló sobre los sacrificios que sus padres hicieron al emigrar de su país natal a España cuando ella era solo una niña. El propósito de este sacrificio, según Rosa, fue buscar un futuro mejor para ella y sus hermanos. «Yo no nací aquí. Mis padres decidieron sacrificarlo todo… con el único objetivo de que mis hermanos y yo tuviéramos la vida que, gracias a ellos, tenemos hoy», dijo emocionada durante el programa.
Además, Rosa dedicó su participación en el concurso a sus padres, Tino e Irma, resaltando de manera especial el apoyo incondicional de su madre, y el impulso que esta le dio para participar en «Pasapalabra», algo que se ha convertido en una actividad de unión para su familia.
La incógnita sobre el origen de Rosa se mantuvo hasta que la cadena Antena 3 decidió revelar finalmente que la concursante es originaria de Argentina, específicamente de Quilmes, una ciudad a unos 19 kilómetros de Buenos Aires. Rosa y su familia se trasladaron a Galicia cuando ella tenía apenas 7 años, estableciéndose en A Coruña. La concursante expresa sentir un fuerte arraigo tanto a su país natal como a su hogar en España, identificándose como argentina y española, rioplatense y gallega, quilmeña y coruñesa.
La historia de Rosa Rodríguez no solo pone de manifiesto su competencia en el juego, sino que también lleva consigo una conmovedora narrativa de lucha, adaptación y éxito. Al abrir su corazón y compartir su trayectoria personal, Rosa ha hecho eco de la importancia de la familia, el sacrificio y la esperanza en un futuro mejor, logrando una resonancia significativa entre la audiencia y los seguidores del programa «Pasapalabra». Este episodio no solo ha dejado una marca en el concurso, sino que también ha subrayado la capacidad del programa para unir a las personas a través de historias que van más allá de la competencia.