Alfonso Rueda está empezando a forjar su propio camino al frente de la Xunta de Galicia, alejándose de la influencia de su predecesor, Alberto Núñez Feijóo. A diferencia de Feijóo, quien no solicitó transferencias de competencias durante su mandato, Rueda ha emprendido una ambiciosa campaña para aumentar el autogobierno gallego. Uno de los pasos más significativos en este sentido ha sido la reciente solicitud de traspaso de competencias en meteorología, especialmente en la emisión de alertas meteorológicas.
Este movimiento anticipó de manera estratégica el desastre ocurrido en Valencia el 29 de noviembre, lo que subraya la proactividad del gobierno gallego ante un asunto de creciente relevancia. La demanda, liderada por el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, apunta a reforzar las capacidades de MeteoGalicia, que, a pesar de su avanzada infraestructura y capacidad para realizar predicciones precisas, carece de la autoridad para emitir alertas durante fenómenos adversos.
La motivación detrás de esta petición se sustenta en eventos pasados, como el impacto del ex huracán Kirk en las costas gallegas, que puso de manifiesto fallos en el sistema actual de alertas. Rueda y su equipo defienden que MeteoGalicia ofrece predicciones más ajustadas que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y argumentan que una gestión meteorológica más autónoma permitiría respuestas más eficientes y adaptadas a las particularidades del clima gallego.
El gobierno gallego no solo ha formalizado estas demandas, sino que también ha comenzado a implementar acciones concretas para avanzar hacia mayor autonomía, utilizando estrategias ya exitosas en otras áreas, como la gestión del litoral. Este impulso podría culminar en la creación de una ley autonómica que permitiría a Galicia fortalecer sus capacidades en caso de que el gobierno central se oponga a la transferencia de estas competencias.
A pesar de las críticas que considera esta reivindicación como oportunista, especialmente a raíz de la reciente DANA en Valencia, la Xunta se mantiene decidida. En sus argumentos resaltan la calidad y precisión de MeteoGalicia como fundamentos válidos para su solicitud.
Rueda no se limita a buscar un simple traspaso de competencias; su objetivo es también aumentar la conciencia sobre fenómenos meteorológicos entre la ciudadanía y las administraciones locales, buscando una respuesta más integrada ante eventos adversos. Con el apoyo de fuerzas políticas como el BNG, y aunque los socialistas se abstienen, la propuesta ha ido ganando terreno, con las autoridades gallegas preparándose para continuar con sus planes en la gestión del litoral, basándose en el éxito que tuvieron a pesar de la resistencia inicial del gobierno central.
Este desarrollo podría abrir las puertas a una mayor independencia de la Xunta en la gestión de alertas meteorológicas, representando un avance significativo hacia el fortalecimiento del autogobierno en Galicia. Se plantea así un escenario que podría redefinir las relaciones entre la centralización y la autonomía regional en el ámbito español.
