En una noche llena de emociones, el programa «Somos música» de Canal Sur se convirtió en un escenario donde la música y las historias de vida se entrelazaron de una manera profundamente conmovedora. Durante la transmisión del programa, realizada este sábado pasado en el Auditorio Riberas del Guadaíra —conocido también por albergar producciones como «Tierra de talento» y «El show de Bertín»—, el presentador Manu Sánchez y el aclamado cantante Manuel Carrasco protagonizaron un momento que marcaría un antes y un después en el corazón de los espectadores.
En el íntimo auditorio, donde Carrasco fue invitado para compartir las veinte canciones más emblemáticas de su carrera, un inesperado intercambio de confidencias tuvo lugar. Manu Sánchez, valientemente, abrió su corazón para revelar cómo, en uno de los momentos más difíciles de su vida, justo después de que le fuera diagnosticado un cáncer, Carrasco tuvo un gesto que Sánchez nunca olvidaría. A pesar de los nervios previos a uno de los conciertos más importantes de su carrera en el Estadio de la Cartuja en Sevilla, con una asistencia récord de más de 74.000 personas, Carrasco encontró un momento para dedicarle una canción a Sánchez, un acto de bondad que resonó profundamente con este último.
«Soy afortunado» fue la canción elegida por Carrasco, un tema que, según narró un emocionado Sánchez, jugó un papel vital en su lucha contra la enfermedad, proveyéndole de fuerza y esperanza en un momento cargado de incertidumbre. La historia agregó un nivel más personal cuando Sánchez compartió su experiencia de recuperación postquirúrgica, destacando un encuentro fortuito con una auxiliar de enfermería fan de Carrasco, cuyos tatuajes de letras de canciones del artista le inspiraron durante su convalecencia.
La dimensión humana del programa se amplificó cuando Sánchez, en un gesto de agradecimiento y admiración, invitó a la auxiliar al escenario para conocer a Carrasco, cumpliendo así uno de sus sueños. Este emotivo episodio sirvió no solo para profundizar en la carrera musical de Carrasco, sino también para testimoniar el poder de la música y la solidaridad humana en momentos de adversidad.
«Somos música», más que un espacio para la divulgación musical, se reveló en esta ocasión como un catalizador de historias humanas, donde los lazos de empatía y apoyo mutuo se tejieron al ritmo de melodías que, más allá de entretener, sanan y unen corazones.