En una reciente emisión de «Demos: el gran sondeo», el conocido programa de Telecinco que fomenta la interacción directa con su audiencia, se generó un momento cargado de tensión y debate cuándo un espectador confrontó a Risto Mejide. La discordia surgió por lo que el espectador planteó como una incongruencia en el abordaje de temas sensibles por parte del presentador, poniendo especial énfasis en el cómo las celebridades se enfrentan al acoso constante a través de las plataformas digitales, un problema que parece intensificarse con el tiempo.
Durante el programa, se trataron ejemplos recientes de acoso online hacia figuras públicas, tales como las críticas hacia David Bustamante por su cambio físico y los comentarios negativos dirigidos a un integrante del dúo Andy y Lucas por someterse a un procedimiento estético. Estos casos se utilizaron para questionar si la sociedad está perdiendo la empatía y el respeto hacia las personalidades conocidas.
En su defensa, Mejide expresó que el salario que recibe no equivale a tener que soportar insultos, compromisos no deseados con seguidores o falsas acusaciones en las redes sociales, destacando así los desafíos que enfrenta como figura pública. Ante una indirecta en la red social X (antes Twitter), que evocaba una controversia antigua relacionada con un comentario sobre el peso de Amaia Montero, el presentador contestó que su conducta pasada no reflejaba hipocresía sino un proceso de maduración. Además, aseguró que en la actualidad se abstendría de hacer comentarios similares, demostrando un crecimiento en su comprensión del impacto que pueden tener sus palabras.
El intercambio fue un punto clave en el programa, revelando la evolución de Mejide desde una perspectiva crítica a una postura más reflexiva sobre su influencia mediática. Este momento capturó la atención de la audiencia, quienes aplaudieron la capacidad de Mejide para reconocer y adaptar su comportamiento público a través del tiempo.
El debate en «Demos: el gran sondeo» subrayó la problemática del acoso en redes sociales y la responsabilidad de los medios de comunicación, junto con los límites del escrutinio público hacia las personalidades. Con este episodio, el programa no solo se establece como una plataforma de discusión sobre temáticas actuales y relevantes, sino que también invita a reflexionar sobre la cultura de la fama y cómo esta interacciona con las redes sociales, planteando preguntas críticas sobre el futuro del tratamiento mediático de las figuras públicas.