La tercera temporada de la serie televisiva ‘La Moderna’ se ha tornado increíblemente intrigante, gracias a la aparición de la familia Pedraza y sus laberínticas tramas de amores ocultos, traiciones y sorpresas inesperadas. Entre los giros más comentados está la compleja situación que enfrenta Lázara, un personaje que ha capturado la atención de la audiencia por su enredada trama.
El drama de Lázara inició cuando notó que alguien la vigilaba de cerca, situación que escaló con la recepción de un mensaje anónimo lleno de amenazas. Sus sospechas iniciales se dirigieron hacia Teresa y Cañete, aunque rápidamente se dio cuenta de su error al comprobar la ignorancia de ambos sobre el asunto. La verdadera fuente de sus problemas resultó ser Juana, una ex compañera de trabajo que amenazó con revelar el oscuro pasado de Lázara a menos que recibiese una suma de dinero.
Con el fin de zanjar el asunto, Lázara accedió a encontrarse con Juana y le preparó el dinero exigido; sin embargo, previamente se aseguró de tener una pistola consigo para el encuentro. Bajo el pretexto de visitar a una tía enferma, Lázara le comunicó a don Fermín su necesidad de ausentarse por unos días, pero su prolongada ausencia comenzó a inquietar al hombre. Tras averiguar que Lázara nunca llegó al supuesto destino en Los Pirineos y descubrir su interés en adquirir un arma antes de desaparecer, don Fermín, lleno de preocupación y dudas, optó por denunciar la desaparición de Lázara a la policía.
Este arco narrativo asegura mantener a los espectadores al filo de sus asientos, ansiosos por descubrir el desenlace de este complejo drama. ‘La Moderna’, en su tercera temporada, demuestra una vez más su capacidad para tejer historias apasionantes que despiertan intensas emociones en su audiencia, consolidándose como una de las series más seguidas y comentadas del momento.
