En la ciudad de Cuenca, durante la II Edición de los Premios A&U, dos destacadas arquitectas vallisoletanas fueron reconocidas por su innovadora contribución a la rehabilitación arquitectónica. Ara y Noa González Cabrera se llevaron el prestigioso Premio COACM Emergente por su intervención en la emblemática «Casa de la Sevillana» situada en Sisante, Cuenca. Este premio, que destaca a arquitectos menores de 40 años, llega como un reconocimiento a su capacidad para realzar las construcciones históricas integrando elementos contemporáneos.
El trabajo de las hermanas González Cabrera sobresale por su audacia y creatividad, con una fuerte orientación hacia un futuro donde la sostenibilidad y el compromiso social son primordiales. Ara expresó cómo recibir un galardón en una comunidad diferente a la suya, Castilla y León, les da un impulso extra para continuar impulsando sus innovadores proyectos. Además, destacó cómo este tipo de reconocimientos ayuda a establecer el valor de su trabajo tanto para ellas como para sus clientes.
El contexto de la celebración del Día Mundial de la Arquitectura, con su lema «proyectamos el futuro ahora», refleja a la perfección el enfoque de estas arquitectas. Ara destaca que la actual generación de arquitectos jóvenes está profundamente comprometida con el diseño sostenible, conscientes de la repercusión que sus creaciones tendrán en el mundo del mañana.
La «Casa de la Sevillana», un majestuoso edificio del siglo XVII, fue rehabilitada por iniciativa de un joven empresario que apuesta fervientemente por el desarrollo rural. Tanto Ara como Noa trabajaron junto a los hermanos Carrilero, albañiles locales, en un ambicioso proyecto que combina esfuerzo colectivo y compromiso personal.
En su intervención, las arquitectas se centraron en preservar la esencia de la construcción histórica, eliminando componentes innecesarios y fortaleciendo su estructura original. Incorporaron elementos de sostenibilidad mediante la mejora energética y la utilización de materiales locales, colaborando estrechamente con artesanos de la región para mantener viva la tradición en un contexto de diseño contemporáneo.
La rehabilitación de la Casa Palacio presentó un significativo desafío a las talentosas arquitectas, pero a su vez fue una oportunidad única de fusionar historia y modernidad. Este proyecto no solo revitaliza un espacio histórico, sino que también ilustra cómo las arquitectas emergentes pueden tener un impacto notable en el paisaje arquitectónico actual.