En un destacado movimiento diplomático, España, Estados Unidos y veinte naciones más han incrementado la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Este grupo de países, reunidos en Santo Domingo de Guzmán, ha emitido un firme llamado para que se ponga fin a la violencia y se liberen a los presos detenidos en el marco de las protestas recientes, que incluyen a varios miembros del sector opositor.
Estas naciones han manifestado una preocupación creciente debido a las detenciones que consideran arbitrarias y la tardanza en la divulgación de los resultados oficiales de las elecciones del 28 de julio, planteando serias dudas sobre la legitimidad de los resultados que otorgan la victoria al partido en el poder.
La declaración efectuada puntualiza la urgencia de un cambio en el manejo de la crisis política y social que actualmente atraviesa Venezuela, calificando este momento como «crucial» no solo para el futuro del país, sino también para la estabilidad de toda la región. Los firmantes de este comunicado han hecho un llamado al respeto de los principios democráticos y los derechos humanos, subrayando la importancia del derecho a la manifestación pacífica y la libertad de expresión.
Además, han solicitado que se permita el retorno sin restricciones de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela y han pedido la liberación segura de aquellos que han buscado asilo en embajadas extranjeras, de acuerdo con la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático.
Entre las peticiones más significativas de esta coalición internacional se encuentra la solicitud de una verificación objetiva e independiente de los resultados electorales, idealmente llevada a cabo por una entidad internacional. Han señalado la existencia de actas digitales que, presuntamente, revelan un resultado electoral diferente al proclamado oficialmente, resaltando la crítica necesidad de transparencia y honestidad en el proceso.
Este llamado representa la preocupación global por la situación de la democracia en Venezuela, un país inmerso en una severa crisis política y económica que ha generado una de las mayores olas migratorias en la historia reciente de América Latina.
Los países involucrados en esta declaración han reafirmado su compromiso de apoyar el diálogo y el entendimiento como medios para superar la crisis, procurando una solución que honre los valores democráticos, promueva la justicia y la paz y que, sobre todo, emane genuinamente de Venezuela. Este esfuerzo conjunto busca aportar al fortalecimiento de las iniciativas internacionales dirigidas a recuperar la estabilidad política y social en Venezuela, exhortando a todas las partes a una unión de sensatez y prudencia en un instante tan crítico para la nación.