En las noticias recientes del sector energético, se observa un acontecimiento favorable con una disminución continuada en los costos mayoristas de la electricidad, lo cual representa un alivio significativo tanto para los hogares como para la macroeconomía. El Organismo encargado del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE) ha indicado que el coste promedio del megavatio hora (MWh) se ha establecido en 16,58 euros para este lunes 29 de julio, señalando una disminución importante en los precios de energía.
A lo largo del día, se anticipa que los precios experimenten variaciones, alcanzando un máximo de 23,96 euros/MWh durante la franja horaria de 21:00 a 22:00 horas, y registrando el precio más bajo de 13,30 euros/MWh entre las 03:00 y las 04:00 horas. Estos cambios reflejan la naturaleza cambiante del mercado energético, aunque su impacto directo varía entre diferentes consumidores.
Es fundamental notar que los precios en el mercado mayorista, también conocidos como ‘pool’, no afectan directamente el costo final en las facturas de aquellos usuarios adheridos a la tarifa regulada, debido a la reciente implementación de una nueva estructura de cálculo para el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Este nuevo método busca mitigar las variaciones de precios a corto plazo a través de un sistema que valora los precios de una manera más balanceada en el mediano y largo plazo, promoviendo el ahorro y un consumo energético más eficiente.
De cara al futuro, las reformas en el sistema tarifario pretenden disminuir la dependencia de los costos inmediatos del ‘pool’, dando más peso a los precios del mercado de futuros. En 2024, los precios futuros representarán el 25% del cálculo, incrementándose al 40% en 2025 y llegando al 55% a partir de 2026. Esta estrategia se enfoca en reforzar la sostenibilidad y eficiencia del sistema energético del país, abriendo una visión optimista para el futuro energético nacional.
A pesar de que se prevé que estas medidas cambien la dinámica de precios en el mediano y largo plazo, los consumidores deben ser conscientes de que ciertos costos fijos en sus facturas se mantendrán estables frente a las fluctuaciones en los precios mayoristas. Este abordaje integral tiene el propósito de balancear las ventajas para los consumidores y la necesidad de sostener una infraestructura energética robusta y sustentable a largo plazo.