En el vasto universo de las películas de ciencia ficción, los viajes en el tiempo constituyen una fascinante vertiente que captura la imaginación de los espectadores, desafiándolos a explorar complejas narrativas que a menudo van más allá de la simple comprensión. Un claro ejemplo de este tipo de películas se encuentra disponible en Filmin, una plataforma que alberga un filme que no solo reta a los espectadores más acérrimos del género, sino que también los invita a un viaje mental que, muy probablemente, requerirá de múltiples visionados para ser completamente asimilado.
Este particular film de ciencia ficción, que pone a prueba incluso a aquellos que se enorgullecen de haber desentrañado los entresijos de obras maestras como «Interestelar» o «Inception», se ha ganado el título de ser uno de los largometrajes más enigmáticos de los últimos tiempos. La pregunta que plantea a su audiencia es clara: ¿Lograrán entenderla en su primera visualización?
Shane Carruth, un matemático y ex ingeniero estadounidense, se aventuró en 2004 en el mundo de la dirección cinematográfica para llevar a la pantalla grande su visión única sobre los viajes en el tiempo en la película «Primer». Este film introduce a sus espectadores en la vida de cuatro ingenieros, centrados principalmente en Aaron y Abe, quienes inician un proyecto con la esperanza de revolucionar el mercado tecnológico. Su travesía experimenta un giro inesperado cuando, de manera fortuita, diseñan una máquina que puede transportar objetos a través del tiempo.
Conscientes del poderoso descubrimiento que han hecho, Aaron y Abe deciden mantenerlo en secreto, distanciándose de sus compañeros y mintiéndoles sobre el progreso de sus experimentos. Con el tiempo, se embarcan en una serie de viajes temporales, enfrentándose a complicadas paradojas que amenazan con destruir tanto su invento como su amistad.
«Primer» se destaca no solo por su intrigante trama, sino también por haber sido realizado con un presupuesto extremadamente reducido de tan solo 7 mil dólares. A pesar de esto, la película logra transmitir un poderoso mensaje sobre el descubrimiento científico y la naturaleza humana. Según Carruth, el propósito detrás de la historia fue mostrar que los grandes hallazgos a menudo surgen naturalmente, y en ocasiones, son el resultado de errores inesperados. Este filme, además, reflexiona sobre cómo la sed de poder y reconocimiento puede corroer las relaciones más sólidas y empujar a las personas a abandonar sus principios éticos.
«Primer» se ha convertido, así, en una obra de culto dentro del género de ciencia ficción, no solo por su complejidad narrativa y conceptual, sino también por su capacidad para explorar las profundidades de la condición humana a través del lente de los viajes en el tiempo. Un filme que, sin duda alguna, deja una marca indeleble en sus espectadores, instándolos a reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos y el verdadero costo del progreso.
