Un innovador refugio situado en el corazón de los bosques suecos, a escasa distancia de Estocolmo, demuestra que es posible conciliar el diseño moderno con las exigencias del medio ambiente y las necesidades climáticas propias de Suecia. Este hogar, no solo ofrece un retiro idílico durante el verano, sino que también está perfectamente acondicionado para superar el frío intenso del invierno nórdico, situado cerca del Lago Mälaren y rodeado de pinos, incorpora lo último en tecnología y diseño sostenible.
El arquitecto sueco Lars Svensson, conocido por su capacidad para fusionar estética y funcionalidad, es el responsable de esta obra maestra de la arquitectura contemporánea. La casa utiliza madera de abeto rojo para su construcción, un material elegido tanto por su resistencia y durabilidad como por sus propiedades aislantes naturales, asegurando así un ambiente acogedor durante todo el año.
Uno de los elementos más destacados es su sistema de calefacción geotérmica, una solución eficiente que aprovecha el calor almacenado en el subsuelo para mantener calientes los espacios interiores. Este sistema, en combinación con paneles solares en el tejado, posiciona a la vivienda a la vanguardia del diseño sostenible, reduciendo considerablemente su huella carbono y su consumo energético.
Las amplias ventanas de triple acristalamiento no solo facilitan unas vistas privilegiadas del paisaje externo sino que también desempeñan un papel clave en el mantenimiento de la temperatura interna, evitando las fugas de calor. El diseño interior aboga por una estética minimalista que privilegia la luz natural y los tonos neutros, lo cual amplifica la sensación de espacio y serenidad, mientras que una chimenea de piedra se erige como el punto focal de la sala principal, promoviendo la reunión en torno al calor del fuego durante el frío invierno.
El complemento de esta casa no podía ser otro que un spa privado, que incluye una sauna tradicional y un jacuzzi al aire libre, diseñados para ser disfrutados aún en los días más fríos, ofreciendo una experiencia de bienestar completa.
Los dueños, una pareja que buscaba escapar del ajetreo urbanístico sin renunciar a la comodidad en ninguna temporada, han encontrado en esta vivienda el equilibrio perfecto. «Queríamos un hogar que nos hiciera sentir igual de bien en enero que en julio», comentaron, destacando cómo este espacio les permite reconectar con la naturaleza durante todo el año.
Este proyecto resalta la intersección entre tecnología, diseño y sostenibilidad, marcando un precedente para futuras construcciones residenciales en Suecia y más allá, mostrando que es posible crear hogares que respeten al medio ambiente sin sacrificar el confort o la estética.