España se encuentra de nuevo conmocionada tras un fin de semana marcado por la tragedia de la violencia de género, con el asesinato de tres mujeres en hechos separados en Cataluña y la Comunidad Valenciana. Estos lamentables sucesos elevan a 24 el total de víctimas mortales por violencia de género en lo que va del año, señalando un alarmante aumento en incidencias de esta índole durante la temporada de verano.
Los eventos de violencia empezaron el sábado en Salou, cuando los Mossos d’Esquadra descubrieron el cuerpo sin vida de una mujer en un apartamento de la calle Tortosa. La escena presentaba claros indicios de violencia criminal, y el presunto agresor está a la espera de ser llevado ante la justicia en Tarragona.
Ese mismo día, pero esta vez en la localidad de Sabadell y antes del amanecer, la policía catalana fue alertada de otro caso: una mujer fue encontrada muerta a las puertas de un edificio en la calle Pajares, en circunstancias que sugerían un acto violento. Este crimen está siendo investigado bajo la más estricta confidencialidad por la División de Investigación Criminal, y ha sido reconocido por el ayuntamiento como un caso de violencia de género.
A estas tragedias se suma la atrocidad ocurrida en Buñol, donde una mujer de 32 años fue asesinada. El perpetrador del crimen intentó huir pero fue detenido en Valencia. Otro caso en Salou involucra a un hombre de 86 años, acusado de matar a una mujer de 76 años, ilustrando así la diversidad de perfiles de los agresores en esta clase de hechos delictivos.
Este aumento en los asesinatos por violencia de género resalta la importancia de la concientización y la prevención. El Ministerio de Igualdad ha hecho un llamado a la población, recordándoles que el teléfono 016 está disponible para asistir a cualquier persona afectada por esta problemática. Este servicio es completamente confidencial, pues no deja huella en el registro de llamadas ni aparece en las facturas telefónicas.
Ante esta ola de violencia, España se ve enfrentada, una vez más, al desafío de intensificar sus esfuerzos para erradicar la violencia de género. La coordinación eficaz entre autoridades, la sensibilización de la población, y el apoyo incesante a las víctimas son fundamentales en la batalla contra este flagelo que sigue desgarrando el tejido social. Con cada acto de violencia, se recuerda la urgente necesidad de fortalecer las políticas y medidas de protección a mujeres en riesgo, en un esfuerzo conjunto por construir una sociedad libre de violencia de género.