En una reciente edición de «Supervivientes All Stars», el plató fue escenario de una fuerte discusión que captó la atención de todos los espectadores. Olga Moreno, quien fue la segunda participante expulsada del reality, protagonizó un intenso enfrentamiento con Kiko Jiménez, conocido por ser la pareja de Sofía Suescun, la ganadora de «Supervivientes 2018». El episodio marcó uno de los puntos más álgidos del programa hasta la fecha, y fue solo el preludio de otra confrontación que Moreno tendría más tarde con Jorge Javier Vázquez, el presentador.
El desacuerdo entre Moreno y Jiménez surgió cuando Moreno expresó abiertamente su malestar por las acciones de Suescun en la isla, a las que calificó de desleales y dolorosas. Según Moreno, algunas de las maniobras de Suescun le afectaron profundamente. «Me ha costado mucho. Hace cosas un poco sucias y a mí me ha dolido mucho», afirmó Moreno, mostrando su decepción con la ganadora de la edición 2018.
Jiménez no tardó en salir en defensa de Suescun, generando una tensión aún mayor en el set. Acusó a Moreno de exponer de manera constante su vida privada, pese a sus alegaciones de querer mantenerla fuera del foco público. El intercambio de palabras entre ambos empezó a escalar cuando Moreno insinuó que Jiménez había olvidado los buenos momentos compartidos en su hogar, apelando a un pasado más ameno entre ambos, que Jiménez parecía querer obviar.
Más adelante, Jiménez contraatacó argumentando que Moreno aprovechaba el programa para victimizarse y ganar la simpatía del público, una estrategia que, según él, no pasó desapercibida entre los espectadores. «Espero que dejes ya de cargar contra Sofía», exclamó.
Adara Molinero, también presentadora en el plató, tomó partido por Moreno, desafiando a Jiménez a proporcionar un solo ejemplo que demostrara que Moreno se había victimizado de manera injusta. Jiménez citó una nominación hecha por Abraham y Suescun contra Moreno como un punto de partida para su supuesta victimización en el concurso.
Este incidente entre Moreno y Jiménez destaca la complejidad de mezclar relaciones personales con la competición en realities, exponiendo las tensiones y el drama que surgen cuando los espectadores son testigos de conflictos reales en la pantalla. La discusión no sólo entretuvo a la audiencia sino que también puso en relieve las dinámicas y estrategias dentro de «Supervivientes All Stars», dividiendo la opinión pública entre simpatizantes y detractores.
