Marta Rovira, figura relevante de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y residente en Suiza desde 2018, ha generado expectativas con sus recientes declaraciones sobre un posible regreso a Cataluña. Su exilio voluntario fue una estrategia para evitar enfrentamientos con la justicia española, pero ahora, tras la desestimación del caso Tsunami por parte de la Audiencia Nacional, en el que estaba implicada, Rovira contempla volver, especialmente para participar en una asamblea de mujeres en Barcelona el próximo sábado.
Durante una entrevista con Rac 1, Rovira compartió su ilusión por regresar a Cataluña, aspirando a asistir a la mencionada asamblea y visitar Vic, su ciudad natal donde todavía vive su familia. A pesar de este entusiasmo, enfatizó que cualquier decisión sobre su vuelta será cautelosa, ponderando las posibles acciones de las partes acusadoras y siguiendo las indicaciones de su equipo legal.
La realización de dicha decisión no es independiente del resto de los desarrollos judiciales relacionados con el desafío soberanista catalán, donde sigue pendiente su causa en el Tribunal Supremo junto a otros líderes catalanes. Rovira ha sido crítica con la prolongación de dicho proceso, calificándolo de politizado. Sin embargo, encontró cierta satisfacción en la anulación de las diligencias del caso Tsunami, considerándolo un fallo de «justicia poética».
La carrera política y la vida de Rovira han estado indiscutiblemente marcadas por su participación en el referéndum de independencia catalán de 2017. Recientemente, la situación legal de Rovira ha visto un rayo de esperanza gracias a la adaptación de la ley de amnistía por parte del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, lo que ha dado lugar a la retirada de la orden de detención nacional en su contra.
El regreso de Marta Rovira a Cataluña, si sucede, será el resultado de una decisión cuidadosamente considerada junto con su familia, tras haber forjado una nueva vida en Ginebra durante estos últimos seis años. Rovira expresa un profundo anhelo de regresar a su tierra, aunque consciente de las complejidades legales y las implicaciones familiares y políticas que rodean tal decisión.