La noche del lunes 24 de junio, la vigésima edición de «El conquistador del fin del mundo» llegó a su punto culminante, marcando un hito dentro de la histórica trayectoria del programa de aventuras que captura la atención de la audiencia vasca. La final, emocionante y repleta de tensión, involucró a competidores como Andrea, Jokin, Lobo, Anartz, Aritz y Txubi, quienes pusieron a prueba su valentía y tenacidad en busca del ansiado título.
El ambiente previo a la gran revelación fue cálido y nostálgico, con una reunión especial en el plató que congregó a los participantes de esta edición junto a excompetidores y celebridades seguidoras del programa, conocido cariñosamente entre su audiencia como «El conquis». Durante el encuentro, figuras de la música como Maialen y Bruno, quienes participaron en «Operación Triunfo 2020», compartieron su entusiasmo por el reality, desvelando sus predilecciones por ciertos concursantes y añadiendo un toque personal a la noche.
La final no solo resaltó por las proezas físicas y estratégicas desplegadas, sino también por cómo «El conquistador del fin del mundo» crea vínculos emocionales profundos tanto con sus participantes como con el público. Esta conexión fue palpable través de las redes sociales, donde los seguidores del programa manifestaron su apoyo y compartieron sus emociones en tiempo real, evidenciando el fenómeno televisivo que supone este programa en el País Vasco.
La gala reservó una sorpresa cuando se lanzó una audaz propuesta a Maialen, Bruno y una influencer de TikTok, invitándoles a considerar su participación en futuras ediciones del reality. Bruno, demostrando humor y espontaneidad, respondió positivamente, insinuando que podría contemplar seriamente el desafío en el futuro, lo que generó expectativas y risas, incluido el presentador y productor Patxi Alonso, quien aseguró tomar nota de esta promesa.
Esta edición ha demostrado no solo la resistencia y el espíritu aventurero de sus participantes, sino también cómo «El conquistador del fin del mundo» sigue fortaleciendo su vínculo con la audiencia, asegurando su permanencia como uno de los programas más emblemáticos y seguidos en la televisión pública vasca. Con futuros candidatos tan variados como entusiastas, el legado del programa parece estar en buen camino hacia un futuro prometedor.