En la reciente continuación de la aclamada serie House of the Dragon, se ha presentado un momento inolvidable que sin duda marca un antes y un después en la tragedia y el destino de la familia Targaryen. Este insólito evento, conocido como Blood & Cheese, se ha revelado como uno de los momentos más oscuros y desgarradores de la casa que una vez conquistó Westeros.
Desde la época del Rey Aegon I Targaryen, los Targaryen han gobernado Westeros, levantándose sobre sus adversarios desde el imponente Trono de Hierro. A lo largo de los años, la familia ha visto ascender y caer a 18 entre reyes y reinas, cuyos reinados han sido plagados por una serie de calamidades y finales infelices. Esta última instalación de House of the Dragon solo viene a remarcar cómo incluso los personajes más queridos no están a salvo de encuentros brutales y trágicos destinos.
Lo que diferencia a House of the Dragon de sus predecesores, y en realidad, lo hace aún más implacable, es el cómo personajes clave no solo pierden sus vidas en batallas o por decisiones trágicas de sus allegados, sino cómo muchos terminan tomando la triste decisión de acabar con sus vidas. Este desarrollo tiene un impacto profundo e irreversible en la narrativa Targaryen, amenazando con traer ruina generacional.
El dramático suceso Blood & Cheese lleva a un sangriento despliegue de venganza, poniendo en marcha una serie de hechos que culminan en diversas y horríficas muertes, en especial en el bando de los Greens. Lo que comenzó como un acto de extrema violencia durante una noche aciaga, degenera en una cascada de tragedias. Cada protagonista testigo de aquel nefasto evento no solo perece de alguna forma horrenda, sino que también deja entrever la posibilidad de una «maldición» que parece perseguir a quienes estaban vinculados a esta atrocidad.
La Danza de los Dragones, el conflicto interno que siguió, fue, por tanto, elevado a un punto de no retorno, distinguiéndose por sus episodios de vengeance violenta y rápidas respuestas sangrientas en un ciclo interminable de aggrievances. La fractura entre los Targaryen se intensifica a tal punto que toda esperanza de reconciliación disipa, con Aegon buscando venganza a toda costa y Rhaenyra forzada a luchar ferozmente por su supervivencia.
Este ciclo vicioso de violencia y traición se perfila no solo como un punto de viraje brutal en la ruta de los Targaryen sino como un legado funesto que seguirá atormentando a las generaciones venideras en House of the Dragon, con consecuencias duraderas que perdurarán mucho más allá de sus episodios.
