En un movimiento sin precedentes en la historia reciente, el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado un recorte en los tipos de interés, colocándolos por debajo de las tasas previamente establecidas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y antes de alcanzar el umbraje de inflación del 2% habitualmente considerado como objetivo. Esta reducción de 0,25 puntos establece los tipos de interés en el 4,25%, la tasa de depósito en el 3,75% y la de facilidad de préstamo en el 4,5%. El anuncio, que representa el primer ajuste a la baja desde marzo de 2016, destaca un cambio significativo en la estrategia del BCE tras dos años de incrementos consistentes.
La reducción de los tipos de interés se produce en un contexto en el que la inflación en la zona euro comienza a aproximarse al objetivo del 2%, alcanzando el 2,6% en mayo, lo que refleja un incremento respecto al mes anterior. Según Christine Lagarde, presidenta del BCE, esta medida se justifica dado que moderar el nivel de restricción de la política monetaria es considerado oportuno después de que los tipos de interés se mantuvieran estables durante nueve meses.
Desde julio de 2022, el BCE ha realizado diez aumentos consecutivos en los tipos de interés, una medida destinada a contener la escalada inflacionaria desencadenada por factores como la invasión rusa de Ucrania. La decisión de rebajar los tipos anticipándose a la Fed, que sostuvo sus tasas en el rango del 5,25% al 5,5% en su último encuentro de mayo, marca un giro significativo en la política monetaria del BCE y subraya su enfoque preventivo frente a las dinámicas económicas globales.
Para el futuro, el BCE ha ajustado sus proyecciones de inflación para la eurozona, situándolas en el 2,5% para 2024 y en el 2,2% para 2025, indicando que el objetivo de estabilidad de precios no se alcanzará hasta 2026, cuando esperan una inflación del 1,9%. Lagarde ha señalado que las presiones inflacionistas internas, como el crecimiento en los salarios, seguirán siendo una fuerza predominante, posiblemente manteniendo la inflación por encima del 2% durante la mayor parte de 2025.
El BCE adoptará un enfoque cauteloso para sus futuras decisiones sobre tipos de interés, evaluando la situación en cada reunión a la luz de los nuevos datos económicos y el progreso hacia la meta de inflación. Se prevé que la reunión del 18 de julio será crucial para determinar si proceden más recortes. Según expertos, el BCE podría implementar dos reducciones adicionales en los tipos a lo largo del año, siempre dependiendo de cómo evolucione el panorama económico, especialmente en lo que respecta a precios y salarios.
