En una época de creciente desilusión hacia la política tradicional, Alvise Pérez ha surgido como un contendiente notable en el escenario político español, liderando el novedoso movimiento «Se Acabó la Fiesta». Este partido rápidamente se ha ganado el interés de un amplio segmento de la población española, cansada de los continuos escándalos de corrupción y buscando alternativas fuera del espectro político convencional.
Alvise Pérez, que ha demostrado su habilidad para captar la atención de la audiencia a través de plataformas digitales como Telegram y X, logró una hazaña impresionante al reunir más de 150,000 firmas, necesarias para formalizar su candidatura para las elecciones europeas, superando ampliamente el umbral de 15,000. Con estas acciones, Pérez y su campaña «Se Acabó la Fiesta» han conseguido una notable visibilidad, proyectando la obtención de hasta dos escaños en el Parlamento Europeo, según las encuestas.
La lucha contra la corrupción está en el corazón del mensaje de Pérez, marcando una clara distinción con Podemos, otro partido político que, aunque compartía una retórica similar contra la corrupción, ha sido criticado por su aparente falta de transparencia y coherencia. A través de acciones legales y denuncias públicas contra figuras de diversa filiación política, Pérez ha buscado presentarse como un auténtico defensor de la transparencia y la responsabilidad gubernamental.
Entre sus objetivos más destacados se encuentra la propuesta de donar su sueldo de eurodiputado entre sus seguidores, y la promoción de un referéndum para reevaluar las relaciones de España con la Unión Europea. Su estrategia de campaña, fuertemente apoyada en los medios digitales y las tácticas de marketing de guerrilla, refuerza su imagen de político cercano a la ciudadanía y adaptado a las nuevas formas de comunicación.
Pérez apunta a captar el voto de aquel amplio sector del electorado español que tradicionalmente se ha abstenido, al sentirse desencantado y alienado por el sistema político tradicional. Afirma que su movimiento representa la voz de aquellos hartos de los políticos tradicionales, buscando establecer un contacto directo con los ciudadanos y ofreciéndoles una opción creíble y comprometida con la erradicación de la corrupción.
En resumen, la emergencia de Alvise Pérez y «Se Acabó la Fiesta» en el panorama político español podría significar un cambio radical en cómo los ciudadanos ven la lucha contra la corrupción y su relación con los organismos supranacionales como la Unión Europea. Promete no solo renovar la confianza en el sistema político sino también devolver el poder de decisión a los ciudadanos, mediante una propuesta electoral que se distingue por su transparencia, participación directa y el compromiso de confrontar los problemas estructurales que han afectado a España durante décadas.