En la recta final de las elecciones a la presidencia de la Generalitat de Catalunya, los candidatos encontraron un momento de serenidad antes del crucial día de votaciones. Tras intensas semanas de campaña, optaron por desconectar y dedicar tiempo a actividades personales y familiares, marcando el último día previo a las elecciones con gestos que revelan la humanidad detrás de la política.
La jornada comenzó con un evento que reunió a los candidatos para una fotografía oficial, simbolizando la conclusión de la campaña electoral. Esta tradición sirvió como punto de partida para un sábado de preparación y descanso antes del día de reflexión.
Salvador Illa del PSC eligió comenzar su día con un poco de ejercicio al aire libre, corriendo junto a su entrenador y su hermano Ramón. Después de participar en la fotografía grupal, mantuvo una reunión estratégica centrada en los últimos detalles para el domingo. El resto de su día lo dedicó a la familia, compartiendo un almuerzo y tiempo de calidad, cerrando con un relajado paseo con su perro y un momento de descanso junto a su esposa.
Pere Aragonès, de Esquerra Republicana y presidente actual de la Generalitat, destacó la importancia del tiempo con su familia tras una campaña que limitó estos encuentros. Después del acto conjunto, disfrutó de la tarde con su hija y culminó el día con una cena en compañía de su esposa.
Carles Puigdemont, el candidato de Junts per Catalunya, quien no pudo estar en la foto de grupo debido a su situación legal, pasó el día en el sur de Francia. Se trasladó a Perpinyà para asistir a un partido de rugby, visitar la tumba de Antoni Rovira i Virgili, y disfrutar de momentos con su familia, manteniendo su jornada de reflexión fuera de Cataluña.
Otros candidatos, como Alejandro Fernández del PP, Ignacio Garriga, Laia Estrada de la CUP, Jéssica Albiach de Los Comunes, y Carlos Carrizosa de Ciudadanos, también se enfocaron en el descanso y la familia. Comidas con seres queridos, momentos de relax y encuentros con amigos destacaron en sus agendas, subrayando un punto en común más allá de las divergencias políticas: el valor del descanso y de la compañía familiar.
Este día de pausa reflejó el esfuerzo de los candidatos por recargar energías y clarificar sus pensamientos de cara al evento electoral que definirá el futuro de Cataluña. Con la campaña detrás de ellos, es ahora cuando los ciudadanos catalanes tomarán la palabra, acudiendo a las urnas para determinar la dirección de su liderazgo en un contexto de gran expectativa y atención.
