El ID Energy Caserío de Ciudad Real se encuentra en un momento crucial de la temporada de balonmano, en su lucha por asegurar una posición privilegiada en la División de Plata y lograr el segundo lugar que les permitiría organizar la fase de ascenso. Este fin de semana se enfrentarán al desafiante Villa de Aranda, en un partido que se presenta como un examen de alto nivel para el equipo.
Actualmente, el Caserío ocupa el tercer puesto en la tabla, con un historial impresionante de siete victorias en las últimas ocho jornadas y cinco triunfos consecutivos. El entrenador Santi Urdiales y su plantilla son conscientes de la importancia de este enfrentamiento como preparación para la fase de ascenso, teniendo en cuenta que el rival, dirigido por Javi Márquez, se encuentra en la quinta posición y aún disputa un lugar en el playoff.
La victoria en este partido no solo sería fundamental para alcanzar el segundo lugar, especialmente si el Burgos, actual ocupante de esa posición, cae ante el líder Guadalajara en un duelo que también puede influir en las aspiraciones del Caserío. A pesar de las adversidades, como la baja por lesión de Víctor Morales y la intensidad del encuentro, el equipo se encuentra concentrado en su objetivo de ascender a la ASOBAL y sabe que cada partido cuenta.
Con jugadores que han tenido una semana agitada compitiendo con la selección de la UCLM, el Caserío está decidido a darlo todo en la cancha del pabellón Santiago Manguan. Este desafío sin precedentes es una oportunidad para demostrar su determinación y capacidad de enfrentar situaciones exigentes, en busca de un lugar en la élite del balonmano español.
En este contexto, el partido ante el Villa de Aranda se presenta como una prueba de fuego para el Caserío, en la que deberán demostrar su calidad y ambición. Con la mira puesta en el futuro y en el ansiado ascenso, el equipo no escatimará esfuerzos para alcanzar sus metas y superar este desafío con determinación y entrega.
