El alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, ha pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha, dirigido por Emiliano García-Page, que aborde seriamente las consecuencias de trasladar servicios a la nueva Ciudad Administrativa regional. Una vez finalizadas las obras en el antiguo hospital del Carmen, se espera que este concentre los distintos servicios que actualmente están repartidos en siete edificaciones por toda la ciudad.
En una entrevista con Europa Press, Cañizares expresó su preocupación por los inmuebles que quedarán vacíos tras la centralización de funciones, mencionando la falta de planificación por parte del Gobierno autonómico para reutilizar o dar nuevo propósito a estas estructuras. El alcalde propuso redistribuir ciertas actividades administrativas y de la Universidad de Castilla-La Mancha actualmente en Toledo a esos edificios en desuso en Ciudad Real.
Además, Cañizares manifestó su descontento en relación a la inversión en la Ciudad Administrativa, afirmando que hay aspectos más esenciales que no están siendo atendidos, como la conexión con Toledo por autovía o la finalización de la A-43 para conectar el Levante con Portugal.
El alcalde también criticó la situación de movilidad en Ciudad Real, siendo la única capital española atravesada aún por carreteras nacionales. También se refirió al «deterioro» en el servicio de AVE y AVANT, adelantando futuras reuniones con compañías para mejorar las frecuencias en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla.
En resumen, el llamamiento del alcalde Cañizares destaca la importancia de abordar las consecuencias del traslado de servicios a la nueva Ciudad Administrativa regional, así como la necesidad de planificar el futuro uso de los edificios vacantes para mitigar cualquier impacto negativo en el tejido urbano de la ciudad.