El festival taurino celebrado en Alcázar de San Juan, Ciudad Real, dejó momentos para el recuerdo. Aunque la plaza solo estaba llena en un cuarto, los aficionados disfrutaron de la presencia de astados de diversas ganaderías y encastes. El novillo lidiado en cuarto lugar, perteneciente a Juan Luis Palomares y de origen Juan Pedro Domecq, se llevó todos los elogios por su excelente comportamiento.

A pesar de la complejidad de algunos ejemplares, especialmente el tercero y el quinto, los matadores demostraron su valía y dejaron patente su calidad en la arena. El festival contó con la participación de los diestros Ángel Otero, Jorge Fuentes, Óscar Castellanos, Gonzalo Bienvenida y Peronita.

Ángel Otero abrió la plaza con una destacada actuación, mostrando una gran preparación física y un dominio excepcional tanto del capote como de la muleta. Cortó dos orejas y dejó una impresión positiva entre los asistentes.

Jorge Fuentes se enfrentó a un novillo que sufrió daños en los traseros, lo que condicionó su actuación. A pesar de ello, Fuentes hizo una faena meritoria, llena de ritmo, profundidad y ligazón. Cortó una oreja.

Óscar Castellanos tuvo ante sí a un novillo complicado y bravo, de la ganadería de Monteviejo. A pesar de las dificultades, Castellanos mostró su raza y su toreo de poder. Cortó una oreja a pesar de no estar acertado con la espada.

Gonzalo Bienvenida, periodista convertido en torero por una tarde, tuvo la suerte de lidiar al mejor novillo de la jornada. Su toreo, lleno de gusto y temple, dejó una buena impresión a pesar de no estar fino con la espada. Cortó una oreja.

Peronita, el novillero de Tomelloso, se enfrentó al ejemplar más complicado y peligroso de la tarde. A pesar de los revolcones sufridos, mostró calidad y profundidad en el toreo. Su esfuerzo fue recompensado con dos orejas.

El evento también sirvió para hacer entrega de los fondos recaudados en un festejo previo, a beneficio de la Asociación Iker para la investigación del liposarcoma, un tipo de cáncer.

Este festival taurino ha cerrado la temporada en la provincia de Ciudad Real y se ha consolidado como una cita imprescindible para los aficionados de Alcázar de San Juan. Demostró una vez más la pasión y la tradición que envuelven al mundo del toro en esta localidad.