En una emotiva aparición en el programa «De Viernes», Sofía Suescun abrió su corazón, ofreciendo un desgarrador vistazo a la tumultuosa relación con su madre, Maite Galdeano, y los conflictos familiares que han capturado la atención de toda España. Durante una entrevista que mantuvo a la audiencia en vilo, Suescun no se guardó nada, abordando abiertamente las dinámicas familiares que, hasta ahora, solo habían sido objeto de especulaciones.
Entre lágrimas, Suescun reveló detalles de los que describió como «los peores días de mi vida», confrontando directamente el impacto emocional de lidiar con una madre que, según sus palabras, parece ignorar completamente sus sentimientos y emociones. La conversación alcanzó un punto crítico cuando repasó ciertos comentarios hirientes de su madre, ofreciendo una mirada íntima a lo que muchos considerarían una relación tóxica.
A pesar de las duras revelaciones y la tensión palpable, Suescun demostró una fortaleza notable al subrayar el importante papel de su madre en su vida. «Siempre va a ser mi madre y estaré agradecida por todo lo que me ha dado», dijo, en un momento de emotiva sinceridad.
El relato de Sofía sobre su lucha por satisfacer a su madre, viviendo en constante temor de perder su amor, ha resonado profundamente en el público, destacando la complejidad de su vínculo. Confesó sentirse utilizada como un «muñeco» para cumplir con las expectativas y caprichos de Galdeano, una madre que «nunca ha sabido reconocer un error».
El impacto de esta entrevista trascendió la pantalla, generando una ola de reacciones en las redes sociales, donde el apoyo y el rechazo hacia las figuras protagonistas se manifestaron con fervor. La crítica de Galdeano hacia la pareja de Sofía añadió otra capa de discordia, intensificando el drama.
Concluyendo su participación, Suescun manifestó su deseo de alcanzar la paz y la reconciliación, a pesar del contexto adverso. Su reflexión final, «Prefiero que no me quieras, a que me quieras mal», encapsula la dolorosa realidad de su situación actual, un eco del conflicto familiar que muchas personas experimentan.
El episodio de «De Viernes» ha trascendido su formato televisivo para convertirse en un conmovedor testimonio sobre las difíciles relaciones entre madres e hijas, especialmente bajo el intenso foco de la atención pública. La historia de Sofía Suescun y Maite Galdeano es un recordatorio de que, en algunas familias, la reconciliación es un esfuerzo continuo, a veces doloroso, pero siempre profundamente humano.