En una impactante reaparición en el escenario musical, el cantante canario Quevedo sorprendió a sus seguidores con un espectacular regreso en el Big Sound Festival de Valencia el pasado sábado 29 de junio. Tras una pausa de casi siete meses, alejado de los focos y las interacciones digitales, el evento celebrado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias marcó su vuelta, atrayendo a un público de 23,000 personas ansiosas por verlo. Lo que más llamó la atención fue la presentación de Quevedo de un repertorio inesperado, incluyendo versiones de canciones de artistas como Jarabe de Palo, Yung Beef o Cruz Cafuné, y dejando fuera algunos de sus más grandes éxitos.
Sin embargo, no solo su elección de canciones fue una sorpresa; el artista se presentó con un novo aspecto, luciendo más delgado y musculoso, lo cual se convirtió rápidamente en tendencia en Twitter y generó un gran revuelo entre los internautas. Además, acompañó su nueva música con notable cambios en la estética del show, que incluía casi 100 bailarines, dando pistas sobre la nueva dirección que podría tomar su carrera.
El propio Quevedo ha revelado mediante las letras de su música y la presentación de visualizadores durante el concierto que, lejos de haber cerrado su trayectoria, este periodo de ausencia le sirvió para reflexionar y reinventarse. Su última canción antes de retirarse temporalmente de los escenarios, sugirió una despedida del mundo del espectáculo, pero ahora, el cantante afirma que esto no fue «la última» sino «la primera» parada en un nuevo inicio de su carrera.
Este evento no solo celebró su regreso sino que también marcó el inicio de una nueva etapa en su trayectoria artística, una que promete explorar nuevos horizontes musicales y temáticos. El apoyo y entusiasmo mostrados por el público y sus seguidores en línea hablan del impacto significativo de este regreso, señalando que Quevedo todavía tiene mucho que ofrecer al mundo de la música. La innovadora puesta en escena y el giro hacia nuevos estilos musicales sugieren que este es justamente el comienzo de una fascinante transición en la carrera del artista canario.
