La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido alertas para la población debido a la inminente llegada de una DANA, o Depresión Aislada en Niveles Altos, que impactará a la Península Ibérica y las Islas Baleares a partir del próximo martes. Este fenómeno, que se desplaza acompañado de una borrasca, traerá consigo un aire frío que provocará intensas lluvias.
Se han establecido avisos naranjas en las Islas Baleares ante las fuertes precipitaciones e inestabilidad que se prevén. Una de las áreas más afectadas será el Levante, donde se estima que en el norte de Castellón, el sur de Tarragona y partes de Cataluña, como Barcelona y Girona, las lluvias superen los 100 litros por metro cuadrado.
El miércoles 13 se anticipan lluvias aún más intensas que afectarán a otras zonas como Aragón y Castilla-La Mancha, donde las temperaturas en lugares como Cuenca podrían caer hasta 1 grado. Además, se esperan nevadas en regiones montañosas tales como los Pirineos y la cordillera Cantábrica, con acumulaciones significativas en provincias como Ávila, Segovia y Burgos.
Para el jueves, se proyecta una extensión de las precipitaciones hacia la mitad sur de la península, alcanzando comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura, Alicante, Murcia y Valencia. A pesar de las expectativas de lluvias fuertes, se transmite un mensaje de calma para la región valenciana, con la previsión de que la intensidad de las mismas disminuya para el viernes, aunque la inestabilidad persista.
La Aemet ha advertido de “precipitaciones muy fuertes y persistentes, localmente torrenciales” en Baleares y en el área mediterránea peninsular, con inicio el martes. Se prevé que la masa de aire frío proceda del norte de Europa, lo que provocará un descenso generalizado de las temperaturas, efecto que podría mantenerse al menos hasta el sábado 16 de noviembre.
En este contexto, se hace un llamado a la población para que tome precaución en los días venideros, preparándose no solo para las tormentas intensas, sino también para las nevadas. Esta situación, originada por la DANA en el Mediterráneo, recuerda los desafíos que plantea el cambio climático y la urgencia de adaptar nuestras infraestructuras y sociedades a una nueva realidad climática.