En una maniobra audaz para reconquistar a sus suscriptores y ampliar su base de usuarios, Netflix ha revelado planes para lanzar una versión gratuita de su servicio de streaming. Este está programado para llegar en algún punto del año 2025, marcando un cambio dramático en la estrategia del gigante del streaming. Tras enfrentarse a una disminución de suscripciones en todo el mundo, atribuida a sus recientes decisiones de aumentar precios y limitar el uso compartido de cuentas, la firma ahora busca reinventar la forma en que ofrece contenido.
Este nuevo plan gratuito, tentativamente puesto a prueba primero en Japón, propone transformar Netflix en una especie de canal de televisión tradicional, financiado a través de anuncios publicitarios que los espectadores verán durante su programación. A pesar de las preocupaciones generadas por una iniciativa similar en Kenia, la cual terminó siendo un fracaso, Netflix busca perfeccionar su estrategia para evitar perder más terreno frente a sus competidores.
En España, Netflix ha visto cómo más de 1 millón de suscriptores han abandonado la plataforma, y a nivel global, su caída supera el 30%. Esta fuga de usuarios ha causado una preocupante merma en el valor de sus acciones, llevando a la empresa a contemplar nuevos enfoques para mantener a su audiencia.
Aunque la idea de un plan financiado por publicidad no es nueva —servicios como Prime Video y Max ya tienen variantes—, Netflix aspira a distinguirse elevando posiblemente la cantidad de publicidad mostrada. Una característica controversial de este emergente plan es que obligaría a los usuarios a esperar 15 días después del estreno de nuevos contenidos para poder acceder a ellos, una desventaja que ha generado ruido entre el público y aficionados del streaming.
Sin embargo, cabe destacar que aún existen muchos detalles por definir sobre cómo funcionará exactamente este nuevo plan gratuito, incluyendo aspectos críticos como la cantidad y longitud de los anuncios, así como las restricciones específicas de contenido. Netflix, con su apuesta por un modelo de servicio sin suscripción, demuestra su disposición a explorar terrenos inéditos para mantenerse en la cima de la industria del entretenimiento digital, aunque el tiempo dirá si esta estrategia resultará ser un movimiento ganador o un experimento infructuoso más en la historia de la compañía.
