En España, un cambio notable en la dinámica de la maternidad está tomando forma. Cada vez más mujeres están optando por retrasar su primer embarazo, lo que ha generado un incremento en la demanda de técnicas de reproducción asistida. Las estadísticas recientes destacan que la edad promedio para tener el primer hijo ha alcanzado los 32,6 años, situándose como una de las más elevadas en Europa. Esta tendencia trae consigo nuevos retos, especialmente en lo que respecta a la calidad de los óvulos, que disminuye significativamente a partir de los 35 años.
La donación de óvulos se está convirtiendo en una solución popular para muchas parejas. Según la doctora Miren Mandiola, experta en el área de reproducción asistida, la calidad de los óvulos naturalmente se ve comprometida con la edad, lo que afecta las probabilidades de concepción y aumenta el riesgo de problemas cromosómicos. Para asegurar la calidad de los óvulos donados, se lleva a cabo un riguroso chequeo médico a las donantes, que suelen ser mujeres entre los 18 y 35 años.
El procedimiento de donación de óvulos, que dura unas dos semanas, incluye desde una estimulación ovárica mediante medicación hasta una breve extracción de los óvulos bajo anestesia. Un aspecto positivo que destaca Mandiola es que la donación no reduce la reserva ovárica natural de la donante, dado que se utilizan óvulos que, de otro modo, se perderían naturalmente.
Una alternativa cada vez más considerada por mujeres que desean retrasar la maternidad es la preservación de óvulos. Este método permite conservar óvulos de alta calidad para su uso futuro, incluso después de los 40 años. Congelar óvulos antes de los 35 años ha mostrado proporcionar mejores tasas de éxito en embarazos cuando se descongelan. Este proceso, similar al de la donación, también incluye un periodo de estimulación y extracción, con una técnica de vitrificación que garantiza una tasa del 95% de supervivencia post-descongelación.
Paralelamente, la calidad del esperma también es un factor crítico en los tratamientos de fertilidad. Mandiola señala el creciente uso de técnicas avanzadas para seleccionar espermatozoides de mejor calidad, especialmente en casos donde la calidad seminal está reducida debido a factores ambientales y de estrés. La selección espermática por microfluidos permite eliminar aquellos espermatozoides con ADN fragmentado, lo que incrementa las tasas de éxito de los tratamientos.
Estos avances y técnicas en el campo de la reproducción asistida están ofreciendo nuevas oportunidades y esperanzas a las mujeres que desean ejercer un mayor control sobre el momento adecuado para convertirse en madres. Es esencial, según Mandiola, que las mujeres se informen y consideren todas las opciones que la ciencia puede proporcionarles en su camino hacia la maternidad.