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El Desafío Oculto que Casi Vence a Arnold Schwarzenegger

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El legado de Arnold Schwarzenegger en el cine de acción es incuestionable, siendo protagonista de innumerables éxitos taquilleros que lo consolidaron como una figura icónica del género. Sin embargo, uno de los momentos más desafiantes de su carrera no surgió en una explosiva escena de acción ni enfrentándose a un formidable adversario en pantalla, sino en la pista de baile. Fue durante la producción de «Mentiras arriesgadas» (1994), bajo la dirección de James Cameron, donde Schwarzenegger encontró su inesperado rival: el tango.

«Mentiras arriesgadas» brindó a Schwarzenegger el rol de Harry Rehnquis, un espía estadounidense que se infiltra en una mansión de un contrabandista de armas en Suiza. Durante este infiltrado, su personaje se ve obligado a bailar un tango, lo cual representó un desafío mayúsculo para el actor, acostumbrado a desempeñarse en contextos de acción más que en escenarios de baile. Inspirado por la memorable escena de Al Pacino en «Esencia de mujer», Schwarzenegger se propuso alcanzar un nivel de destreza en el tango que sorprendiera a la audiencia. Su preparación requirió seis meses de intensivo aprendizaje en una escuela de baile, lo que incluso provocó retrasos en la producción del filme. Sin embargo, tanto el esfuerzo de Schwarzenegger como la paciencia de Cameron valieron la pena, ya que la escena resultó ser un éxito rotundo, superando todas las expectativas.

Este compromiso de Schwarzenegger con el baile no es un caso aislado en Hollywood. De hecho, varios actores y actrices han dedicado meses de preparación para perfeccionar sus habilidades de baile en pro de un rol. Ejemplos destacados incluyen a Natalie Portman y Mila Kunis en «El Cisne Negro» (2010), quienes se sumergieron en el mundo del ballet clásico con entrenamientos de más de seis meses. Asimismo, Richard Gere brillo en «Chicago» gracias a una exigente preparación en baile, y más recientemente, Ryan Gosling y Emma Stone desplegaron sus talentos danzarios en «La La Land», ambos apoyados por profesionales para afinar sus habilidades.

Estas historias reflejan cómo el cine puede empujar a los actores a explorar talentos desconocidos, superar sus límites y, en ocasiones, enfrentarse a retos tan intimidantes como cualquier villano de sus películas de acción. Arnold Schwarzenegger, conocido por su inigualable contribución al cine de acción, demostró que su determinación y capacidad para superar desafíos se extiende más allá de las peleas y persecuciones, llegando incluso a la pista de baile.

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