A partir del 1 de enero de 2025, el panorama del transporte de mercancías peligrosas cambiará drásticamente con la implementación de nuevas regulaciones destinadas a mejorar la seguridad en el manejo de materiales delicados. Estas modificaciones, que introducen nuevos números de identificación de la ONU y renovadas directrices para el transporte de baterías, son un paso necesario en la evolución normativa del sector.
El transporte aéreo, debido a su complejidad y los riesgos inherentes, recibe especial atención bajo estas nuevas normativas. A diferencia de otros medios, no contará con un período de transición, requiriendo que las empresas adapten sus operaciones desde el primer día del próximo año. Esta medida busca asegurar que toda la cadena logística tenga coherencia y se ajuste eficazmente a estas normas actualizadas.
Entre las enmiendas más notables se encuentran la creación de números de identificación específicos para diferentes tipos de mercancías peligrosas y la implementación de estructuras normativas dirigidas especialmente al manejo de baterías de litio y sodio, conocidos por su alto riesgo de incendios. Además, se desarrollan guías más específicas para el manejo seguro de vehículos eléctricos, reflejando un esfuerzo por armonizar normativas relacionadas con la eliminación de residuos peligrosos.
Aunque el transporte por carretera, ferrocarril y vías navegables interiores también verá la entrada en vigor de estas regulaciones el 1 de enero, las empresas que operan en estos modos contarán con una ventana de seis meses para adaptarse completamente. Este período de gracia permitirá a las empresas ajustar sus procesos de manera ordenada, aunque para ciertos casos específicos se podría extender más allá de junio.
DEKRA está desempeñando un papel fundamental en este proceso de transición. Con su extensa red de expertos, está proporcionando soporte crucial para que las empresas puedan implementar las nuevas normativas de forma eficiente. La asesoría de DEKRA es particularmente importante dada la necesidad urgente de que las compañías alineen sus operaciones con estos cambios para evitar cualquier interrupción en sus cadenas de suministro.
Las empresas que se preparen adecuadamente para estos cambios no solo garantizarán el cumplimiento normativo, sino que, en algunos casos, podrían beneficiarse de simplificaciones en los procesos de transporte, redefiniendo el equilibrio entre seguridad y eficiencia en sus operaciones logísticas.
