En una reciente emisión del programa televisivo «La revuelta», se encendió el debate sobre cómo las nuevas formas de comunicación digital, específicamente a través de TikTok, están siendo integradas y discutidas en medios de comunicación tradicionales. Jorge Ponce, humorista con formación en Comunicación Audiovisual, tomó la delantera en este diálogo, centrándose en la popular técnica de POV (punto de vista) utilizada en la plataforma de vídeos cortos.
Ponce llevó a cabo una explicación detallada del uso de POV, recurriendo a la clásica película «Tiburón» de Stephen Spielberg como un ejemplo perfecto de cómo esta técnica puede ser empleada eficazmente para sumergir a los espectadores en el mundo de un personaje. No obstante, el comediante señaló rápidamente la distorsión y, a veces, el uso equivocado de esta técnica en TikTok, mostrando ejemplos donde los creadores no logran capturar la esencia de POV, reduciendo su impacto narrativo.
Un caso particularmente controvertido involucró un vídeo en el que un joven pretendía afeitar el vello púbico de otro, el cual fue presentado en el programa y generó una mezcla de humor y debate. La naturaleza del contenido obligó al programa a pixelar la imagen, lo que llevó a debates sobre los límites de la decencia en la televisión pública y si el acto representaba algo innovador para la cadena, como sugirió el presentador David Broncano.
Este episodio ha levantado importantes preguntas sobre cómo el contenido generado por usuarios en plataformas digitales está desafiando los límites de lo que se considera aceptable en los medios tradicionales. La inclusión de este tipo de vídeos en un programa de televisión pone de manifiesto el deseo de los medios convencionales de explorar y discutir las tendencias emergentes en el ámbito digital, a la vez que prueba los límites de la creatividad y la expresión.
A pesar de la controversia generada y la eventual eliminación del vídeo del aire, especialmente después de la petición de Broncano motivada por la sensibilidad de algunos miembros de la audiencia, el incidente incitó a una reflexión más amplia sobre cómo los medios pueden abordar y adaptarse a los cambios rápidos en la cultura digital, manteniendo un diálogo con su audiencia sobre la innovación en el entretenimiento televisivo.
Este suceso enfatiza cómo programas como «La revuelta» están navegando por el delicado equilibrio entre adoptar tendencias digitales y respetar los estándares de contenido televisivo, fomentando una conversación sobre la evolución de la creatividad en internet y su recepción en formatos más tradicionales.
